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Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers

Texto original: Work (no disponible online)

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.
Volumen 5 > Sabiduría de la Comunidad Mayor Volumen 2 > Capítulo 24

El ocio y el placer son beneficios naturales de una vida que es significativa y está llena de trabajo.

El trabajo es la actividad esencial de la vida. En qué trabajas, con quién trabajas y con qué propósito lo haces determina el valor esencial que experimentarás en la vida. El trabajo es natural. Es necesario y es el fundamento de tu existencia aquí. Pensar lo contrario es no entender la vida. Es malinterpretar el propósito por el que viniste aquí, el valor que traes contigo y la oportunidad para las relaciones que tu trabajo te proporciona.

Solo porque la mayoría de las personas no encuentre valor en su empleo no significa que no sea la fuente de un gran significado en sus vidas. Pero para entender el trabajo uno debe sentir de algún modo que tiene un propósito superior, y debe poner en orden muchas cosas que constituyen los elementos esenciales de vivir aquí.

Hay mucho que podrías aprender de los vecinos de la humanidad en la Comunidad Mayor, ya que ellos han ido mucho más allá de la etapa en la que se encuentra la familia humana en este momento. Ellos podrían darte una idea de lo que está por delante y lo que se espera de ti en el futuro.

El trabajo, como la mayoría de las otras cosas que son naturales y fundamentales, ha sido aquí muy mal interpretado y, por tanto, mal aplicado. El trabajo se ve en tu cultura principalmente como una forma de ganar dinero para satisfacer las necesidades esenciales, y más allá de proveer tales necesidades, el dinero se utiliza para hacer mejoras personales. Pero, ¿qué es realmente el trabajo si solo es una manera de recaudar ingresos? Aquí no se espera mucho de él en términos de verdadero valor y significado. Por supuesto, las personas esperan que su búsqueda de dinero sea significativa, porque exige mucho de su tiempo y energía. Pero, en esencia, el trabajo cumple un mayor propósito y también una mayor necesidad.

Comencemos por el principio. El comienzo es este: fuiste enviado al mundo para trabajar. El mundo es un lugar de trabajo. El trabajo es la actividad natural de la vida. Es el punto focal de tus relaciones. Cuando digo trabajo, no me refiero simplemente a ganar suficiente dinero para mantenerte, o a ganar suficiente dinero para enriquecerte con mejoras personales. Estoy hablando de la actividad esencial de la vida que proporciona el significado de tu existencia, la justificación de tu aprendizaje pasado y el fundamento de tus relaciones significativas. Sería preciso decir que el propósito y el trabajo son lo mismo. Cuando preguntas: “¿Cuál es mi propósito?”, realmente estás preguntando: “¿Cuál es mi trabajo?”. Si no incluyes el trabajo en tu idea del propósito, dicha idea será pura especulación y no producirá nada de valor real. Las personas piensan que su propósito tiene que ver con su identidad, pero esto tampoco es exacto. Tu verdadera identidad trasciende tu trabajo en el mundo. Aunque tu trabajo definirá tu papel en el mundo, tu verdadera identidad es algo que está más allá de todo eso.

Por tanto, debemos poner el trabajo en una esfera más amplia. Tu trabajo no es simplemente hacer una sola cosa: es toda tu actividad productiva en la vida. Todo lo que disfrutas y utilizas es un producto del trabajo. Si el trabajo se hace con una idea más amplia en mente y para servir a un propósito superior, entonces su valor se extenderá mucho más allá de los productos, los servicios y los resultados del propio esfuerzo.

Es cierto que en las generaciones recientes las personas han ido perdiendo su capacidad de trabajar. Están perdiendo el valor del trabajo porque ahora muchas de ellas disponen de mucho entretenimiento y tiempo libre. En esto hay una gran desgracia. Debido a que tu trabajo requiere mucho de ti, este te cultiva y te mejora. Exige cosas de ti y pone responsabilidades sobre tus hombros. Proporciona equilibrio, estructura y la oportunidad de un mayor significado. Si esto se evita o se descuida, los resultados serán realmente penosos: enojo, depresión, confusión crónica, autoengaño y maltrato a ti mismo. Todo esto es el resultado de no responder a la llamada a trabajar en el mundo y no satisfacer esa respuesta.

Muchas personas no trabajan; otras trabajan y son muy infelices. Por eso, para obtener un mayor sentido de lo que significa el trabajo, debemos ponerlo en un contexto más amplio. El trabajo no es simplemente lo que haces para conseguir ganar suficiente dinero y así atender cualquier necesidad que definas como necesaria e importante para ti. El trabajo es lo que viniste a hacer aquí. Incluye grandes actividades, pero en su mayor parte se compone de actividades pequeñas —cosas mundanas que tienes que hacer todos los días, las tareas simples que, una vez realizadas, te dan la oportunidad de hacer cosas mayores en servicio a la humanidad.

¿Cuál es tu verdadero trabajo en el mundo? Bueno, para encontrarlo debes pasar por un largo proceso de refinamiento, porque es lo mismo que preguntar, “¿Cuál es mi verdadero propósito?” ¿Puedo decirte tu propósito con una definición simple? Bueno, sí, puedo hacerlo, pero no significará mucho para ti hasta que estés en posición de experimentarlo, aplicarlo y vivir su realidad.

Para acceder a tu verdadero trabajo o a tu verdadero propósito, debes comenzar a valorar el trabajo en sí mismo y a construir sobre lo que haces hoy para expandirlo y ampliar su alcance y su aplicación. Ir simplemente a un empleo, soportarlo y luego volver a casa para descansar y recrearte no te llevará al gran descubrimiento de lo que viniste a hacer aquí y lo que estás equipado para contribuir.

Es cierto que seguir el Camino del Conocimiento de la Comunidad Mayor te lleva a tu verdadero trabajo, pero lo hace gradualmente, etapa por etapa. Del mismo modo, te lleva a tu verdadero propósito, pero lo hace paso a paso. Como ves, tener un mayor propósito o un mayor trabajo no es simplemente asumir más responsabilidades laborales. Es tener una mayor comprensión de cuál es tu trabajo y lo que este puede hacer, y luego ser capaz de poner en equilibrio todos los componentes importantes de tu vida: tu salud, tus responsabilidades financieras, tus relaciones primarias y tu desarrollo espiritual. Estos son los Cuatro Pilares de la existencia exitosa aquí.

El hecho de que la mayoría de las personas solo pueden centrarse en un pilar excluyendo los otros es bastante evidente. De vez en cuando verás a alguien que puede hacer dos de los cuatro pilares, pero eso parece raro. Más allá de eso, es de hecho una persona inusual la que puede ser competente en estas cuatro áreas a la vez. Por competente no quiero decir que sea experta, sino simplemente competente. Esto significa que esa persona puede hacer cosas, progresar y mantener algo más allá de sus propias necesidades personales. Todo esto es fruto del trabajo. Las relaciones requieren trabajo. Obtener estabilidad financiera requiere trabajo. Mantener adecuadamente la salud requiere trabajo. El desarrollo espiritual requiere trabajo. Si no se hace un esfuerzo suficiente en cualquiera de estas áreas, los resultados quedarán muy lejos de lo que debían ser.

Ahora puede que preguntes: “¿Significa esto que tengo que trabajar todo el tiempo?”. La respuesta es sí; estarás trabajando todo el tiempo, con períodos de descanso y disfrute despreocupado esparcidos aquí y allá. El resto es todo trabajo. Tendrás mucho tiempo para descansar cuando dejes este mundo y regreses a tu Familia Espiritual. Mientras tanto, estás aquí para trabajar, realizar tareas, completar cosas y desarrollarte como trabajador y contribuidor a la vida.

Si piensas en lo que estoy diciendo, comprenderás que es absolutamente cierto. Todo lo que ves a tu alrededor lo han producido los esfuerzos de las personas —es el fruto de su trabajo—. Digamos aquí que el trabajo es una combinación de esfuerzo, dirección y determinación. Si te centras en lograr algo, te orientas a ti mismo en cierta dirección para poder lograrlo. Te esfuerzas consistentemente. Aprendes, cometes errores, creces, cambias y reevalúas todo a lo largo del camino. Todo esto es un proceso de trabajo.

Una sociedad basada en el ocio es una sociedad que está muriendo. De hecho, gran parte de la decadencia que ves aquí en tu cultura es directamente atribuible al énfasis en el ocio y el placer. El ocio y el placer son beneficios naturales de una vida que es significativa y está llena de trabajo. Trabaja duro y disfrutarás de tu tiempo libre. Si no trabajas duro, tu ocio parecerá ser un peso sobre ti, algo que no quieres perder, pero que por sí mismo te da poco o ningún valor.

Hay satisfacción en el logro. Hay satisfacción en las relaciones que se orientan hacia el logro. El hecho de que estos valores hayan sido erosionados o se asocien con épocas anteriores o viejas ideas es verdaderamente desafortunado. Significa que las personas están demandando más de la vida, pero están disminuyendo aquello mismo que les dará lo que quieren. Las personas quieren más ocio y más placer, pero están recortando aquello mismo que las vitaliza, que las mantiene despiertas, conscientes y en movimiento. No viniste al mundo para quedarte dormido a un lado del camino. La vida no es una playa; es un proyecto y un proceso con todo el Misterio y la manifestación incorporados.

Cuando pienses en el trabajo, piensa en lo que debes hacer para mantener la estabilidad financiera; para mantener tus relaciones primarias, que requieren tiempo y esfuerzo; para mantener una salud adecuada, de forma que tu cuerpo pueda servirte; y para promover tu crecimiento espiritual. Todo esto requiere trabajo. Requiere esfuerzo, dirección y determinación. Esto no deja mucho tiempo para la confusión, para la ambivalencia o para vagar sin rumbo. Ahora no tienes tiempo para las cosas que solo te frustran y te confunden, porque tienes un mayor conjunto de necesidades y estas te aportan definición y dan dirección a tu vida.

Toda actividad significativa es una forma de trabajo. Desarrollar la quietud supone trabajar. Aquí se hace un esfuerzo para conseguir un estado de ánimo donde no hay esfuerzo, pero no obstante es trabajo. Nosotros nos referimos al estudio de los Pasos al Conocimiento y a tener fe en el Conocimiento como “el trabajo”. Las personas dicen que están inmersas en el trabajo porque es un trabajo. Las personas tienen dificultades con la práctica, y a menudo renuncian demasiado pronto porque no están acostumbradas a trabajar. Piensan que este trabajo ha de ser un placer, un refugio y un retiro de la vida —un tiempo aparte—. El Camino del Conocimiento no es una playa ni un refugio. Es trabajo. Es elegir una dirección a la que te aplicas con determinación. Al hacerlo tomas conciencia de lo que necesitas trabajar en tu vida, y comienzas a trabajar en esas cosas.

Ahora bien, permíteme darte una distinción muy importante. Muchas personas piensan que deben trabajar en ellas mismas para cambiar, corregir o mejorarse a sí mismas. Esta idea es correcta, pero solo de cierta manera. Debes trabajar en ti mismo, pero solo en la medida en que te permita trabajar en los Cuatro Pilares que he mencionado. Trabajar en ti mismo por cualquier otra razón carece de sentido. De hecho, es un escape del trabajo. Ser capaz de trabajar en el desarrollo de la estabilidad financiera, la salud adecuada, las relaciones primarias y el crecimiento espiritual: ¡ese es el trabajo! Haces correcciones dentro de ti y te analizas solo en la medida en que esto te permita participar activamente en estas áreas.

El único valor del retiro personal es que puedas aprender a trabajar mejor. Pero, en realidad, las personas utilizan el retiro para intentar mejorarse a sí mismas. Tú no puedes mejorarte a ti mismo; solo puedes entregarte a algo. No existe un perfeccionamiento personal que pueda ser el centro de tu vida. Serás mejorado a medida que tu trabajo mejore y se haga más completo, más eficaz, más nutritivo para otros y más significativo para ti. El único trabajo que haces en ti es para permitirte trabajar en el mundo. Intentar mejorar tu personalidad o detener los hábitos o comportamientos indeseados no conducirá al éxito. La vida te purificará si participas en ella correctamente. No te purificas para así poder participar en la vida, porque de ese modo te sacas de la vida e intentas hacer por ti mismo lo que solo la vida misma puede hacer por ti.

Digamos que en la vida recibes lo que das. Esta es una idea familiar, pero si la aplicas en este contexto más amplio verás lo verdadera que es. Si trabajas muy poco y das muy poco de ti mismo, si en tu vida hay muy poca devoción a algo que esté más allá de satisfacer tus propios deseos personales, te sentirás vacío y ninguna cantidad de nueva estimulación, placer, relación o emoción compensará el terrible vacío que te persigue. Las personas que encuentran sentido son las que encuentran una involucración en el mundo donde son necesarias. Comprender que eres necesario para algo da valor y significado a tu vida. En el mundo, tu vida no tiene significado aparte de tu trabajo. Proclamar que tienes un significado universal sin importar lo que hagas es realmente un ejercicio sin sentido, porque no te permite justificar por qué has venido al mundo. Decir: “Soy un Ser Divino no importa lo que haga, ni a dónde vaya”, no compensará el persistente sentimiento de que debes responder a algo importante y entregarte a ello.

Cuando hablamos de nuestro trabajo, hablamos de nuestro esfuerzo compartido. No es solo para tu realización personal, sino para que puedas dar algo al mundo. Ahora bien, el mundo no necesariamente quiere lo que tú tal vez quieres dar. Lo que el mundo quiere es lo que el mundo necesita de ti. Digamos esto en diferentes palabras. Las personas piensan que su gran trabajo es lo que quieren dar, por lo que intentan averiguar qué es lo que quieren dar. De este modo, se enredan consigo mismas intentando saber si quieren esto o aquello, qué las dará más placer, qué quieren realmente.

Ese no es el camino. Averigua dónde eres necesario y da allí. Y si has encontrado el lugar correcto darás más de lo que habías planeado dar, y recibirás más de lo que habías planeado recibir. Lo que puedes terminar dando puede no parecerse en nada a lo que pensabas que querías hacer. Es por eso que el camino de la realización personal es el camino de la oscuridad. Nunca podrás satisfacerte a ti mismo. Nunca podrás tener suficiente placer, deleite, sensación, reconocimiento, aprecio, gloria, fama o como quieras llamarlo. Nunca tendrás suficiente. De hecho, eso es realmente un intento desesperado de contrarrestar el dolor del vacío y el aislamiento.

Cuando te pones en posición de dar y se trata de la posición correcta y la situación correcta, tú darás. Y encontrarás que tienes para dar mucho más de lo que habías planeado, sin garantías de fama, gloria, amor, placer o riqueza —sin ninguna de esas cosas—. Y de esta forma, tu trabajo puede centrarse en los Cuatro Pilares que he mencionado. Pero esto solo puede suceder si tienes la comprensión y las involucraciones correctas.

Hagamos otra importante observación. Muchas personas piensan que todo lo que hacen es para su crecimiento espiritual. Esto no es verdad. El crecimiento espiritual es solo uno de los Cuatro Pilares de la vida en el mundo. La mayoría de las personas no querrán admitir que lo hacen todo solo para ganar dinero. La mayoría de las personas no pensarían que lo hacen todo solo para mejorar su salud. Unas pocas personas piensan que lo hacen todo por sus relaciones primarias, excluyendo todo lo demás. Por tanto, ¿por qué pensar que todo es para tu crecimiento espiritual?

El crecimiento espiritual sirve a los otros tres Pilares como los otros tres Pilares sirven al crecimiento espiritual. Si eres financieramente inestable no podrás comenzar tu desarrollo espiritual, porque estarás muy obstaculizado por problemas e irresoluciones externas. Si tu salud está comprometida y estás enfermo, es muy difícil participar plenamente en una práctica espiritual. Si tus relaciones primarias son caóticas y desordenadas, ¿cómo podrás acercarte a tu crecimiento espiritual? Todo esto debe trabajar junto.

El crecimiento espiritual da propósito y significado a tu trabajo y a ganar dinero. Da propósito y significado a tus relaciones. Da propósito y significado a tu salud. No puedes tener un buen empleo en el mundo si tu salud está comprometida. Como ves, todo esto es interdependiente. No eliges un solo aspecto excluyendo los demás. Esto no quiere decir que todo el mundo tenga que mantener el mismo nivel de salud, el mismo nivel de estabilidad financiera, el mismo tipo de relaciones o incluso las mismas búsquedas en su crecimiento espiritual, pero sí significa que los Cuatro Pilares funcionan juntos y deben trabajarse todos.

Si desarrollas tus relaciones, experimentarás crecimiento espiritual. Si desarrollas tu trabajo en el mundo, tendrás mejor salud. El avance en cualquier área, siempre y cuando esté de acuerdo con tu propósito y enfoque general, beneficia a todas los demás. Ahora bien, si descuidas tus relaciones porque quieres ganar mucho dinero, o descuidas ganar suficiente dinero porque estás consumido con tus relaciones, esto producirá inestabilidad y tu trabajo acabará siendo malversado. Estamos hablando de lograr un equilibrio, un equilibrio que el Conocimiento promoverá y sentirás de manera natural e instintiva. Cuando el desequilibrio exista, lo sentirás. Sentirás la necesidad de hacer algo al respecto, especialmente cuando la oportunidad se presente.

Comprométete a trabajar, porque todo lo que es importante será realizado mediante el proceso del trabajo y los resultados del trabajo. Las cosas que son importantes para ti son el enfoque de tu trabajo, la comprensión de tu trabajo, la aplicación de tu trabajo y el compromiso de tu trabajo. Dejas un poco de tiempo para el placer, así como tiempo libre para el descanso y la introspección. Si eres un estudiante de los Pasos al Conocimiento, dispones de tiempo en tus prácticas —tiempo de calidad— para integrar todo lo que estás haciendo y aprender a sentir la presencia del Conocimiento y expresarlo en diferentes situaciones.

La mayoría de tus actividades son trabajo. No consigues el trabajo principal de golpe, sino que empiezas con un pequeño trabajo y luego pasas a algo más completo. Todos estos pasos ayudan a moldearte, a definirte y a ponerte en contacto con tus necesidades más profundas.

No pienses nunca que trabajarás solo lo necesario y que el resto de tu tiempo será para divertirte. Este es un gran error, ya que perderás los medios para generar vitalidad y significado, y tu diversión será una carga, más una adicción o un escape que algo verdaderamente significativo para ti.

El mundo tiene necesidades tremendas y estas necesidades crecerán. Las personas están deambulando sin saber qué hacer, sin saber cómo encontrar valor en la vida. Ves esto en todas partes. ¿Ves aquí dónde no se está logrando una conexión? ¿Ves dónde no se están uniendo la necesidad y la respuesta, dónde la pregunta y la respuesta no se están encontrando la una a la otra?

Tu trabajo es tu propósito. Es quien eres y lo que haces en el mundo. No es tu realidad última, pero es tu propósito para venir aquí. Todas las formas de trabajo, la mayoría de las cuales serán muy mundanas, sirven a esto. Construyes una base de trabajo. No quieres retirarte del trabajo, sino expandirlo y rededicarlo. Esto te mantiene vital y sigue proporcionándote significado. No creas que escapar del trabajo te llevará a algún tipo de satisfacción. Aunque puedas estar cansado de tu empleo actual, piensa en ampliar tu trabajo a nuevas áreas. Piensa: “¿Dónde podría ser útil a otros, teniendo en cuenta lo que sé?”.

En tu sociedad, hay muchas personas mayores con una tremenda experiencia de vida que están siendo jubiladas. Ya no son necesarias. Muchas se jubilan a sí mismas, y muchas otras son simplemente abandonadas. Esta es una gran desgracia, porque la Sabiduría de la vida no se está transmitiendo. Cuando el dar se detiene, el significado también lo hace. Solo encuentras tu regalo mediante el dar. Y el dar es trabajo, es aquello a lo que te entregas. El valor de ese trabajo estará determinado por tu naturaleza interior y por lo que el mundo requiere de ti. Allí donde se encuentran estas dos realidades —la realidad de tu vida interior y la realidad de tu vida exterior— es donde se encuentra el propósito en el mundo.

Por eso, no pienses en jubilarte. No pienses en escapar a una vida placentera y sin exigencias. No pienses en librarte de tus responsabilidades. Por el contrario, piensa en cambiar lo que estás haciendo y en encontrar nuevas oportunidades para trabajar y aplicarte. Aplícate siempre. Esto mantendrá tu batería recargada y te permitirá seguir avanzando para cumplir con tus responsabilidades mundanas y tus responsabilidades divinas, porque ambas son inseparables.