El poder del Conocimiento


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 26 de marzo de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: The Power of Knowledge

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.


Dios ha dado a cada persona una inteligencia más profunda que no es afectada por el mundo, que no es fruto del condicionamiento social, una inteligencia que no es influenciada por la potente influencia social que existe en tu familia y en tu cultura.

Esta inteligencia más profunda en tu interior está aquí para guiarte, protegerte y permitirte descubrir y cumplir el mayor propósito que te ha enviado al mundo. Esta inteligencia más profunda no piensa y delibera como lo hace tu mente personal, tu mente superficial, la mente que ha sido condicionada por tu familia, tu cultura y tu religión.

Es la Mente de Dios dentro de ti, una mayor inteligencia que solo responde a Dios y que es completamente neutral y compasiva con respecto al mundo. Está aquí para asegurar que puedas encontrar y cumplir tu mayor propósito, el mayor propósito por el que has venido aquí, para servir al mundo en su presente condición y preparar la base para el futuro de la humanidad, un futuro que será distinto del pasado.

Esta mayor inteligencia, esta inteligencia espiritual que vive dentro de ti, existe más allá de tu intelecto. Existe más allá de tu especulación. Existe más allá de tu entendimiento.

Tu trabajo ahora no es intentar comprender o intentar controlar esta mayor inteligencia dentro de ti, sino aprender a responder a ella, a reconocer sus señales y a seguir su guía. Tu responsabilidad es discernir esta mayor inteligencia dentro de ti, seguir sus señales, atender a sus advertencias y seguir su guía a medida que prepara una vida mayor para ti, te libera de tus propios dilemas, te lleva a un nuevo territorio y crea mayores oportunidades para ti.

Antes de que esta mayor inteligencia pueda ser descubierta, las personas viven de acuerdo a sus ideas y creencias y las ideas y creencias y expectativas de otras personas. Viven en la superficie misma de su mente, gobernadas por su condicionamiento social, gobernadas por sus miedos y preferencias y por las creencias y actitudes predominantes de su cultura. Ya sean conformistas o rebeldes, ellas seguirán su cultura. Esta determinará sus pensamientos, sus sentimientos, sus decisiones y su percepción del mundo.

Pero hay una mayor inteligencia dentro de ti que no es influenciada por estas cosas. Se llama Conocimiento. Se llama Conocimiento porque está relacionada con tu capacidad para conocer o saber cosas directamente. Esta experiencia de saber cosas directamente no es fruto del pensamiento racional; no es el resultado de la acumulación de evidencia; no es el fruto de la especulación, la argumentación o el debate.

Esto es completamente fundamental para tu bienestar y tu comprensión de ti mismo. Porque intelectualmente no puedes en realidad comprenderte a ti mismo. Puedes catalogar tus ideas y creencias, tus predisposiciones, tus miedos, tus patrones de pensamiento, etc., pero esto realmente no te indica quién eres. Solo refleja el grado en el que has sido condicionado por el mundo y por tus propias flaquezas humanas.

Tú tienes intrínsecamente una relación con Dios, y esta relación está conectada mediante el Conocimiento y se expresa mediante el Conocimiento.

Esto no es meramente un asunto de fe. La fe es lo que ejercitas cuando no estás experimentando el Conocimiento —la fe en el Conocimiento, la fe en Dios, la fe en algo mayor dentro de ti y dentro de otras personas—. Pero la fe solo es relevante para tu mente personal, para tu mente superficial. Para el propio Conocimiento no es un problema, porque no hay duda en el Conocimiento. No es una mente que esté llena de dudas, de miedo y de aprensión.

Porque el Conocimiento dentro de ti no tiene miedo del mundo. No tiene miedo de la pérdida y la privación. No tiene miedo de la muerte, porque no puede morir, como ves. Por tanto, tiene una inmensa confianza y una tremenda certidumbre. Debido que no puede ser influenciado ni corrompido por el mundo, es lo único dentro de ti que es realmente fiable.

Tus pensamientos no son fiables; cambian todo el tiempo. Tus creencias no son fiables, porque son meramente un conjunto colectivo de acuerdos entre las personas. Si se basan en suposiciones falsas, entonces todo el mundo está de acuerdo en algo que es inherentemente falso e inexacto.

Tú tienes fe en Dios cuando no estás experimentando a Dios, cuando no estás experimentando el Conocimiento. Porque el Conocimiento es la manera en que experimentas a Dios, como ves. Puedes intentar tener visiones fantásticas, experiencias elevadas, momentos de apasionada exuberancia, pero eso no es realmente tu relación con Dios. Porque las relaciones se basan en lo que podéis hacer juntos, en cómo os unís tanto en la esencia como en la acción. Porque vives en un mundo de acción y, por tanto, experimentar la esencia de Dios no es suficiente para cumplir vuestra relación aquí. Debe ser una relación en la acción tanto como una relación en la esencia.

¿Qué significa esto, una relación en la acción? Significa que estáis aquí para hacer algo juntos, en concierto el uno con el otro. Es así como realmente se experimenta el Conocimiento. Es así como su poder y eficacia comienzan a emerger en tu conciencia y a manifestarse en tu vida. Es así como tu relación con Dios realmente toma vida y se vuelve una base dentro de ti y un punto de referencia para todas tus decisiones.

Para el intelecto, el Conocimiento parece como un fantasma, como una posibilidad remota, como algo que está aquí para servir a la mente. Así, la mente reza pidiendo lo que quiere, porque tiene miedo. Reza pidiendo lo que necesita, porque está carente. Cree que si existe algo como el Conocimiento, entonces está aquí para servir a la mente, para dar a la mente lo que la mente quiere o necesita y para satisfacer lo que la mente ya cree. De hecho, la gente asume que Dios está aquí para servir a su mente, para validar sus ideas, para cumplir sus expectativas, para satisfacer sus deseos.

Pero, como ves, todo esto está al revés. Es fundamentalmente incorrecto. Su ignorancia y arrogancia se vuelven bastante evidentes cuando realmente lo consideras. Pero las personas viven en su mente superficial, y por tanto piensan que todo gira en torno a eso. El universo entero gira en torno a sus ideas sobre sí mismas.

¿Porque qué es la mente en la superficie sino una vasta colección de ideas y suposiciones? Realmente, aquí no hay esencia en absoluto. Aquí no hay nada permanente, y es por eso que las personas se vuelven tan fijas en sus creencias, tan inflexibles en sus ideas, y es por eso que buscan el acuerdo de otros, de modo que pueda parecer que sus ideas son la realidad misma.

La gente proclama su certeza acerca de Dios, y de la obra de Dios, y de la palabra de Dios, y del mensaje de Dios, y de los mensajeros de Dios. Este es un ejemplo de la gente intentando creer que Dios sirve a sus ideas. Están tan fijos en sus creencias y suposiciones que no pueden imaginar que exista algo más allá de estas que sea real, fundamental e inherentemente cierto.

Sin embargo, es así, como ves. Tus ideas son solo ideas. Hay una verdad y una realidad mucho mayores más allá de ellas. Pero las ideas son importantes, porque o bien te permiten ver esta mayor realidad o bien te impiden por completo verla.

Por tanto, la calidad de las ideas de uno mismo es importante, y es por esto que, en el estudio de los Pasos al Conocimiento —el Libro de Prácticas del Nuevo Mensaje—, aprendes a pensar como el Conocimiento piensa. Aprendes a pensar constructivamente. Aprendes a usar tu mente —tu mente superficial personal— de manera efectiva, de modo que pueda funcionar en armonía con la mayor inteligencia dentro de ti en vez de competir con ella por el poder y el dominio.

El Conocimiento dentro de ti no puede surgir si estás gobernado completamente por tus pensamientos. Si piensas que tus ideas y creencias son la realidad misma, entonces no habrá lugar para que el Conocimiento emerja y le tendrás miedo: miedo a que amenace tus ideas, miedo a que trastorne tus objetivos y planes, miedo de que te hunda en la duda y la confusión respecto a lo que piensas que es real, verdadero y valioso.

De este modo, creas un entorno dentro de ti que es hostil a la emergencia de la verdad. Aunque puedas creer en Dios, aunque puedas adorar a Dios, no hay lugar en tu experiencia para que emerja la sabiduría de Dios. No hay lugar para que Dios te guíe. Has establecido unos límites tan estrictos sobre lo que Dios puede ser y lo que puede decir y lo que puede hacer, y también sobre lo que tú puedes ser, lo que tú puedes decir y lo que tú puedes hacer, que hay poco o ningún espacio para que la sabiduría y la guía de Dios emerjan dentro de ti.

Aquí debes reconocer que tus ideas y creencias son experiencias temporales. No hay nada absoluto en ellas. O bien te están ayudando a ver, a saber y a actuar con efectividad, o bien te están obstaculizando. O bien te están permitiendo involucrarte con el Conocimiento dentro de ti, o bien están obstaculizando o impidiendo esta involucración.

Tus ideas han de servir a una Mayor Realidad, como ves —no competir con ella, no negarla, no intentar controlarla o determinar su realidad última—. Aquí el Conocimiento te da certidumbre y poder, pero también requiere de humildad por tu parte.

Aquí la afirmación de tus ideas y creencias tiene que ser suavizada. Porque, en esencia, no sabes quién eres; no sabes por qué estás aquí; ni siquiera sabes lo que estás haciendo, realmente. Estás siguiendo mecánicamente las rutinas de cumplir tus obligaciones e intentar satisfacer tus ideas, tus creencias y tus deseos, pero en realidad no sabes lo que estás haciendo. Simplemente estás siguiendo mecánicamente las rutinas, porque estás haciendo lo que piensas que se supone que has de hacer.

Pero bajo todo esto existe una tremenda fuente de incertidumbre y ansiedad, de duda y recriminación de ti mismo, de juicio a otros; y también de tremendo miedo del mundo y del futuro, de tremendo miedo al cambio, de tremendo miedo a la pérdida, la privación y la autodestrucción.

Las personas a tu alrededor parecen estar muy seguras, y quizá se hacen valer, pero bajo eso existe una tremenda fuente de miedo, porque no saben lo que están haciendo, realmente. Solo creen que saben lo que están haciendo, y por tanto confían en que sus pensamientos y creencias les den un sentido de realidad, propósito y dirección. Por eso, si llega cualquier cosa que amenace esas ideas, las personas actúan como si toda su vida estuviera siendo amenazada, como si toda su vida estuviera siendo desafiada; tal es el miedo que tienen de estar equivocadas, de ser invalidadas.

Los más fuertes entre vosotros pueden ser los más necios en este caso. Aquellos que afirman tener certidumbre y poder y que se hacen valer y exhortan a los demás con tanta seguridad y autocomplacencia, son los más débiles entre vosotros. Su necedad ha tomado ahora manifestaciones destructivas. Su propia ignorancia les resulta invisible. Ellos no saben lo necios que son realmente.

Es por esto que a menudo el Conocimiento emerge en momentos de gran duda en uno mismo, frente a decisiones difíciles y confusas. Es por esto que el Conocimiento vendrá a ti cuando te sientas un fracaso, cuando hayas cometido errores, porque, especialmente durante esos momentos, estás dejando espacio dentro de ti para que emerja una mayor inteligencia. Dios puede hablarte ahora, porque estás más abierto a escuchar, porque reconoces tus necesidades, porque eres más humilde y receptivo.

El problema aquí, como ves, no es que el Conocimiento sea difícil de encontrar. La cuestión es: ¿Realmente lo quieres? ¿O solo lo quieres para tranquilizarte en momentos de duda o reforzarte en momentos de debilidad? Sin embargo, el resto del tiempo quieres ser el capitán de tu barco. En realidad, no quieres que un poder mayor emerja dentro de ti.

Esto toca el corazón mismo de la Separación, como ves, la cual es fundamentalmente una competición por el poder. Tú solo quieres que Dios tenga poder en tu vida cuando te estás sintiendo débil e indefenso. Pero el resto del tiempo eres tú quien quiere tener ese poder. Es una competición por el poder.

Esto es lo que creó la Separación al comienzo y lo que la mantiene no solo dentro de ti y en todo el mundo, sino en todo el universo —esa parte de la Creación donde viven los separados, que es una parte muy pequeña de la Creación, puedo asegurártelo, pero que sin duda es suficientemente grande para trascender tu entendimiento y comprensión—.

Dios te ha dado una perfecta inteligencia guiadora. Esta no está obligada a darte lo que quieres, sino que está aquí para darte lo que necesitas. Está aquí para cumplir la mayor necesidad de tu Alma. No es la esclava de tu mente. Es la maestra. Tu mente debe volverse el sirviente.

Aquí puede establecerse la verdadera jerarquía de autoridad, donde el cuerpo sirve a tu mente, tu mente sirve al Conocimiento y el Conocimiento sirve a Dios. El Conocimiento es el gran pacificador en el mundo, porque el Conocimiento dentro de ti no puede estar en conflicto con el Conocimiento dentro de otros. Puede que tengáis una interpretación diferente. El Conocimiento puede afirmarse de manera diferente y única dentro de ti, y lo hará así hasta cierto punto; pero, en lo fundamental, no puedes estar en guerra con otro si ambos estáis guiados por el Conocimiento.

Porque el Conocimiento no puede atacarse a sí mismo, y es por eso que el Conocimiento es la gran necesidad del mundo. Es la gran necesidad del individuo. Es la gran necesidad entre las naciones y grupos. El grado en que haya sido experimentado y expresado determinará si una nación irá a la guerra o bien continuará intentando construir una base para la paz y las relaciones pacíficas.

Si miras fuera, hacia el mundo, ves que hay muy poca evidencia del Conocimiento en el pensamiento y el comportamiento de la gente. La gente es gobernada por el miedo. Es gobernada por el miedo a la pérdida y la privación. Es gobernada por sus propios deseos. Es gobernada por sus quejas y su desconfianza. Y el hecho de que vives en un mundo sin Conocimiento es chocante.

Pero el Conocimiento está aquí. Está dentro de cada persona, esperando a ser descubierto. Tu gran tarea en la vida, más allá de la mera supervivencia, más allá de la satisfacción de tus necesidades básicas, es encontrar y seguir al Conocimiento, tomar los Pasos al Conocimiento.

Sin esto, estás operando solo sobre suposiciones. Estás yendo hacia el futuro ciego, gobernado por un condicionamiento pasado que no puede explicar los eventos que están ocurriendo ahora, que no puede anticipar el futuro, que no puede ver las señales del mundo. Estás yendo hacia el futuro ciego. Estás viviendo ciego, gobernado por pensamientos que ni siquiera son tuyos, gobernado por actitudes y creencias que has adoptado de tu cultura, tu familia y tu sociedad. Ni siquiera sabes lo que piensas como individuo. Y ante los grandes problemas que ves emergiendo en el mundo a tu alrededor y los confusos problemas que ves incluso en ti mismo —tus propios conflictos internos, tus propias dificultades y disposición—, ni siquiera puedes entender cómo pueden resolverse.

Pero a pesar de lo confusos que puedan ser los problemas del mundo, a pesar de lo confusos que sean los asuntos y problemas que puedas ver dentro de ti, Dios ha provisto una respuesta, y la respuesta es la gran inteligencia que está aquí para mover tu vida en una nueva dirección.

No puedes usar el Conocimiento para enriquecerte, conseguir lo que quieres o superar a otros, pero puedes seguirlo para aprender cómo construir una nueva base en tu vida.

Permite que el Conocimiento te muestre lo que es importante y te restaure tu confianza en ti mismo y tu capacidad de entender a los demás, tu capacidad para experimentar y expresar amor y la mayor sabiduría que el Conocimiento te proveerá en el aprendizaje de cómo navegar un mundo cambiante y difícil. A pesar de lo confusos que puedan parecer ser los problemas y de tu incapacidad para entenderlos o resolverlos, el Conocimiento está dentro de ti.

Como ves, el Conocimiento no está aquí simplemente para resolver problemas. Está aquí para darte una vida mayor, para llevarte a servir al mundo de la manera que es más importante y significativa para ti. Pretende involucrarte con ciertas personas a un nivel mucho más alto, al nivel del propósito superior. La dirección que dispone para ti en tu vida pretende permitirte descubrir estas cosas y establecer un nuevo tipo de relación contigo mismo, con los demás y con el mundo mismo.

Aquí tu papel no será grandioso. No serás un salvador o un avatar, pero tu servicio será muy importante y ayudará a iniciar el Conocimiento en otros. Porque el Conocimiento es en última instancia tu mayor regalo. La demostración del Conocimiento, la realidad del Conocimiento, es el mayor regalo. Puedes alimentar a la gente, y esto será cada vez más necesario en los difíciles tiempos que se avecinan. Puedes ayudar a la gente de muchas, muchas maneras. Eso es muy importante y auténtico. Pero tu mayor regalo será el Conocimiento. Porque aquí les estás dando un recordatorio de que ellos tienen una conexión con Dios, y tú mismo estás demostrando esta conexión mediante tu pensamiento y tu comportamiento.

Si quieres que Dios te ayude, debes construir una relación con el Conocimiento, porque es así como Dios te hablará. Es así como Dios te moverá, y te guiará, y te contendrá, y te retendrá, y te llevará hacia delante. Si quieres que el poder de Dios sirva a tu vida y a otros a través de ti, entonces debes poner tu poder al servicio del Poder de Dios y no competir ni negar ni resistir.

En última instancia, esto te aporta paz y resolución, porque la guerra dentro de ti habrá terminado: la guerra entre lo que quieres y lo que sabes, entre los deseos de la mente y la certidumbre del Conocimiento dentro de ti, la guerra entre tú y Dios que creó la Separación.

Dios no está en guerra contigo, desde luego, pero tú todavía estás en guerra con Dios, porque quieres ser Dios. Quieres ser el dios de tu vida. Quieres crear tu propia realidad. Quieres vivir al margen de Dios. Y esta motivación sigue ahí, como ves. Es importante encarar esto y no negarlo. Esto está creando el mundo que ves. Es lo que está motivando el comportamiento humano en todas partes.

Tú tienes un mayor destino en el mundo. Dios te ha enviado aquí para cumplir tareas específicas con gente específica. El conocimiento de esto está contenido dentro de tu Conocimiento. La guía para cumplir esto se encuentra dentro de tu Conocimiento. El significado de esta contribución al mundo se mantiene a salvo dentro de tu Conocimiento.

Tú no puedes descifrarlo. No puedes entenderlo con el intelecto. Solo puedes seguirlo, servirlo y usar los poderes del intelecto para ayudarte a hacer esto.

En esencia, su realidad está más allá de tu comprensión. Pero eso está bien. La vida misma está más allá de tu comprensión. Dios está más allá de tu comprensión. El amor está más allá de tu comprensión. La inspiración está más allá de tu comprensión. Pero estás destinado a tener y experimentar todas estas cosas. Puedes ser feliz sin saber por qué. Puedes estar contento sin evaluarte a ti mismo. Puedes sentir inspiración en tu vida sin tener una explicación lógica para ello.

Tu mayor tarea ahora es darte cuenta de lo necesario que es el Conocimiento en tu vida: tener la honestidad, la claridad y la humildad para reconocer que estás viviendo una vida que está disociada de tu mayor propósito, que no estás completamente conectado con el verdadero hilo de verdad en tu vida, que estás intentando vivir tus ideas, creencias y suposiciones, satisfaciendo las expectativas de otros, siguiendo mecánicamente las rutinas de la vida. Pero aún no estás plenamente vivo. No estás realmente conectado dentro de ti con la corriente más profunda de tu vida.

Reconoce esto. Acéptalo y ello abrirá la puerta, como ves. Permitirá que algo mayor emerja, algo que emergerá lentamente dentro de ti. No puedes tenerlo todo dentro de diez minutos. No puedes tenerlo todo hoy. Emergerá lentamente, y te dará tiempo para reconocerlo, para ajustarte a ello; tiempo para reconsiderar tus pensamientos, tus creencias; tiempo para reevaluar tu relación con otras personas, con tu mente, con tu cuerpo; tiempo para pasar por la gran transición que supone ir desde ser un individuo que es fruto del condicionamiento social a ser un hombre o una mujer del Conocimiento, guiado ahora por un poder mayor que es misterioso, pero cuya presencia y guía produce los resultados más prácticos y significativos.

Este es tu mayor trabajo, porque tu mayor propósito en el mundo se apoyará sobre tu base en el Conocimiento, pues solo puede saberse. No puede descifrarse mediante el debate o la especulación. No puede descubrirse mediante el esfuerzo intelectual sin este poder mayor dentro de ti. Porque este es el poder que contiene tu mayor propósito y que te dará la fuerza y la claridad para descubrirlo, experimentarlo y expresarlo con efectividad en el mundo, allí donde deba expresarse. El camino es aquí simple si no te gobiernan tus preferencias.

Dios está muy cerca, y el Poder de Dios que Dios ha puesto dentro de ti para guiarte, protegerte y conducirte a grandes logros está muy cerca. Pero debes crear un lugar dentro de ti para que emerjan.

Debes aprender a hacer preguntas sin dar tú mismo las respuestas. Debes aprender a reconocer tus necesidades más profundas y los límites de tus propias ideas. Y debes ver cuán necesario es el Conocimiento en el mundo a tu alrededor mientras la gente trata desesperadamente de cumplir sus fantasías y deseos, estando en todo momento disociados de sí mismos y del movimiento mayor de la vida en su interior y a su alrededor. En vez de condenar el mundo, debes reconocer cuán necesario es el Conocimiento: dentro de ti, dentro de los demás y dentro de toda la familia humana.

Sin el Conocimiento no puedes vivir una vida mayor. Sin el Conocimiento no puedes conocerte a ti mismo. Sin el Conocimiento no podrás reconocer y participar con esas personas que representan la mayor promesa para ti. Sin el Conocimiento no podrás darte cuenta de que vives una vida mayor y tienes un destino mayor más allá del mundo. Incluso si crees en estas cosas, no sabrás que son ciertas. Para liberarte del constante agravamiento del miedo y la ansiedad, debes construir tu base en el Conocimiento y permitir que el Conocimiento sea la gran presencia dentro de ti, la base de tu Ser, tu punto de referencia fundamental.

Cuando quieras o desees algo, pregunta al Conocimiento en tu interior si ello es importante para ti y simplemente ve si hay una respuesta. Tu mente quiere algo, oh, por supuesto. Quiere esta persona; quiere vivir en este lugar; quiere tener esta riqueza; quiere tener este privilegio. Pero ve al Conocimiento en tu interior y di: “¿Quieres estas cosas para mí?”. Y en lo profundo dentro de ti podrás sentir la respuesta.

En muchos casos, el Conocimiento no responderá porque no es algo importante. El Conocimiento no tiene este deseo. Y eso te dice directamente que estás yendo contra ti mismo en tu deseo de esta persona, este lugar o este objeto, sea lo que sea. Porque tu corazón realmente no lo quiere. Tu mente lo quiere. Tu mente lo quiere porque tiene miedo, porque se siente insegura, porque está agitada, porque está incómoda, porque no tiene al Conocimiento para guiarse. Está siempre nerviosa, inquieta, agitada, queriendo esto, queriendo lo otro, temerosa de esto, temerosa de aquello. Nunca tiene un momento de paz.

Por tanto, vas al Conocimiento y dices: “Bien, ¿es esto importante para mí?”, y ves que no hay respuesta. En algunos casos, el Conocimiento indicará firmemente “¡No!”, porque en esos casos estás deseando algo que te resultaría realmente dañino o llevaría tu vida en la dirección incorrecta, retrasándote en realidad. En este caso, el Conocimiento creará un sentimiento de resistencia y contención dentro de ti. ¿Cuántas personas han recorrido el pasillo el día de su boda sintiendo esta gran respuesta y contención cuando estaban a punto de entregar sus vidas a algo que no tenía verdadera promesa ni destino?

En toda mala decisión que tomes, sentirás esta resistencia. Debes aprender a honrarla. Es una señal. Significa que debes ir al Conocimiento. Significa que debes tener un sentimiento suficientemente fuerte de la presencia del Conocimiento dentro de ti, una presencia penetrante que es la base de tu Ser, por debajo, por encima y más allá de tu intelecto.

La gente llama a esto un instinto o “sentimiento en las tripas”, porque se experimenta de un modo mucho más físico. Pero el Conocimiento es más que un sentimiento en las tripas. Es una mayor inteligencia dentro de ti. Si esta inteligencia no quiere algo que tú crees querer, entonces no deberías perseguir ese algo. Si crea un sentimiento de reserva o resistencia, debes retenerte, porque estás a punto de tomar una decisión de gran peligro y consecuencia.

En otras cosas, el Conocimiento te dará el “adelante”. Es un absoluto “¡Sí! Hazlo. Estate con esta persona. Ve a este lugar. Emprende esta acción”. Consigues una gran luz verde dentro de ti porque lo has verificado contigo mismo.

Pero, como ves, las personas casi nunca hacen esto. Simplemente van hacia lo que luce bien. Y cada desastre que crean en sus vidas siempre comenzó con algo que lucía bien. Son seducidas por las apariencias: por la promesa de riqueza, de placer, de amor, de felicidad. Son seducidas por las apariencias.

Si hubieran ido al Conocimiento, habrían visto que la atracción no era real, que era un engaño, una ilusión, una fantasía. Habrían visto que si el Conocimiento no es influido, ellas no deberían ser influidas. Si el Conocimiento no es impresionado, ellas no deberían ser impresionadas. Si el Conocimiento no pica el anzuelo, ellas no deberían picar el anzuelo. Este es el poder del Conocimiento dentro de ti. Si el Conocimiento está en paz, puedes estar en paz. Si el Conocimiento no está yendo a ninguna parte, entonces no necesitas ir a ninguna parte.

Cuanto más esto se vuelve tu experiencia —y gradualmente lo hará—, mayor será la certidumbre, la confianza y la ecuanimidad que experimentarás en tu vida. Porque todas estas cosas vienen del Conocimiento.

El Nuevo Mensaje ha provisto los Pasos al Conocimiento. Hay otras enseñanzas que también proveen pasos al Conocimiento. Debes encontrar el camino que es apropiado para ti. Pero, cuando lo encuentres, debes ir hasta el final. No vayas frívolamente. Alcanzarás un punto donde querrás abandonar, donde te sentirás demasiado inseguro para continuar, donde tu mente será tentada por otras cosas, por otras atracciones. Serás distraído. Pero debes permanecer con tu práctica.

Cuando comienzas los Pasos al Conocimiento, debes continuar. Ve hasta el final. No te detengas. Es como escalar una montaña, como ves. Subes un poco y piensas: “Oh, esto es duro. Está muy empinado. ¿Realmente quiero escalar esta montaña?”. Dudas y lo reconsideras, porque no es tan fácil como pensaste que sería. Pero debes continuar.

El poder y la presencia del Conocimiento viven dentro de ti, esperando a que los descubras. Este es el verdadero significado de tu espiritualidad. Este es tu trabajo espiritual. Si quieres tener alguna esperanza de descubrir tu mayor propósito en el mundo y de encontrar aquellas relaciones mayores que son parte de este propósito y pueden expresarlo, entonces debes tomar los Pasos al Conocimiento.

Porque dentro de ti tienes el Conocimiento, y tienes tus ideas. Ambas partes no deberían competir entre sí. Tu mente ha de servir al Espíritu, que es el Conocimiento. El Conocimiento está aquí para servir a Dios y cumplir tu propósito para venir al mundo, la mayor necesidad de tu Alma.

Date cuenta, entonces, de que el camino ha sido hecho simple. No es complejo. El viaje requiere sabiduría y reevaluación, pero no es complejo. La necesidad de tu Alma es fundamental. No puede satisfacerse adquiriendo personas, lugares u objetos. Está aquí para cumplir algo más importante, y el Conocimiento dentro de ti sabe lo que es.