Qué cambiará al mundo


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 13 de marzo de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: What Will Change the World

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Surge la pregunta: ¿Qué cambiará al mundo? ¿Qué hará una verdadera diferencia para las personas? ¿Qué puede poner a la humanidad en un curso positivo y constructivo, un curso muy diferente del curso que está siguiendo en este momento y que ha estado siguiendo durante tanto tiempo?

¿Qué cambiará al mundo? No simplemente cambiar sus circunstancias, porque las Grandes Olas de cambio cambiarán eso. ¿Qué alterará realmente el curso de la humanidad, dándole a la humanidad una mayor promesa que la que tiene hoy?

La respuesta es misteriosa. No es lo que las personas suelen pensar. No son los grandes movimientos económicos, los grandes cambios sociales, las grandes plataformas políticas, los nuevos gobiernos. Todas estas cosas pueden cambiar las circunstancias de los ciudadanos, pero estos cambios vienen con un gran precio, una gran conmoción, pérdida de vidas y tremendo sufrimiento. Y el resultado, en la mayoría de los casos, no es una gran mejora para la gente de una nación. Puedes alterar las circunstancias de las personas para hacer la vida un poco mejor o mucho más dura, pero no es de eso de lo que hoy Nosotros hablamos aquí.

Lo que cambiará al mundo no es simplemente lo que cambiará las circunstancias del mundo, porque eso ya está en marcha. El mundo ha cambiado y cambiará. De lo que Nosotros hablamos es de lo que traerá una gran mejora, estableciendo un nuevo curso del destino humano y una mayor promesa para la familia humana.

La respuesta es misteriosa, como hemos dicho. Reside dentro del individuo. Entonces ¿qué transformará al individuo? ¿Qué le dará al individuo una nueva y mayor motivación: mayor coraje, mayor compasión, mayor compromiso para servir al mundo en lugar de solo servirse a sí mismo? ¿Qué alterará el rumbo del individuo?

Verás, ocurre a ese nivel porque todo el resultado de lo que crea, determina, manifiesta o produce la humanidad —ya sea desastroso, o positivo y beneficioso— comienza con las decisiones de los individuos. Y la cuestión crítica es lo que fundamenta esas decisiones. Aquí las opciones son realmente mucho más limitadas de lo que piensas.

El individuo, o es guiado por el gran poder del Conocimiento que Dios le ha puesto dentro para guiarle, o es gobernado por la ideología o las presiones políticas o sociales, por el consenso de otros, o por su propia perspectiva, creencias e ideología. Aquí tú tienes el Conocimiento, este misterioso poder y fuerza que vive más allá del ámbito del intelecto. Y luego tienes todo el pensamiento, las creencias y las ideologías del mundo, las presiones sociales, el condicionamiento social; todo eso otro.

Si queréis tener un mundo tal como ha sido y como está ahora, avanzando penosamente con tremendo desperdicio, pérdida y sufrimiento humanos, seguiréis la enseñanza y la ideología del mundo. Si quieres un futuro como el pasado, solo que mayor, más difícil y más problemático, seguirás estas cosas.

La elección es fundamental. No se trata de una ideología por encima de otra, una religión por encima de otra, un conjunto de creencias por encima de otro. No es una nación por encima de otra, un sistema político por encima de otro.

El individuo es lo que hará toda la diferencia porque todo lo que acontece hecho por la humanidad, lo hacen individuos que toman decisiones. Y esas decisiones, ya sea que se tomen a nivel individual, comunitario o nacional, marcan la diferencia en el curso que seguirá la humanidad, y en el resultado y las consecuencias que tendrá que enfrentar.

Las personas no piensan en esto porque ellas piensan que el poder es el poder político, el poder económico, el poder social, la agitación, las revoluciones, los cambios de gobierno y de programas políticos: la lucha por el poder, la competencia por el poder y la preeminencia. Las personas piensan que es eso lo que cambia al mundo. Pero, a la larga, eso ha producido más de un estilo de vida consistentemente destructivo.

Entonces, ¿qué cambiará al mundo para darle a la humanidad una mayor promesa? No puede ser todo eso que estáis haciendo ahora, el consenso, porque eso solo producirá más de lo mismo: más conductas ciegas, tontas y explotadoras, más destrucción para el mundo.

Debe ser algo más, algo en lo que las personas no piensan, algo que no está arraigado en sus ideas o creencias, algo que no es producto de la filosofía, la ideología, la religión o la orientación política.

El poder y la presencia de Dios ha sido colocado en cada persona, en una Inteligencia más profunda llamada Conocimiento. Este no es un producto de tu experiencia mundana. No es algo que puedas usar ni manipular. No es un recurso para que lo uses. Es un poder y una presencia que puede guiar tu vida, cambiar tu vida, alterar el curso de tu vida, cambiar toda la forma en que te relacionas con la vida, contigo mismo y con los demás.

Es esta transformación la que marcará la diferencia, porque las personas que experimenten esto tendrán un impacto en el mundo que será muy diferente al impacto que hayan creado antes. Y ellas tendrán un impacto mucho mayor y más profundo. Ellas demostrarán a través de su servicio, su presencia y su estado de ánimo una experiencia de vida muy diferente. Agregarán fuerza donde hay debilidad. Agregarán inspiración donde no la hay.

Enseñar El Camino del Conocimiento a las personas es darles las herramientas y el camino de la liberación —la liberación del terrible peso de su mente— de su miedo, de sus agravios, de su opresión social y política. Sean ricas o pobres, les estás dando lo que Dios quiere darles a ellas.

Eso está en el corazón de todas las religiones del mundo, pero las religiones del mundo se han superpuesto tanto con otras creencias, con simbología fantástica, con mitología, con rituales, con persuasión y opresión política, que es difícil encontrar eso. La evidencia de la pureza puede ser difícil de discernir, pero está ahí. Está ahí.

Lo que cambiará al mundo es un cambio de corazón en suficientes personas para tener un cambio colectivo en la conciencia humana y la motivación humana. No tiene que pasar con todo el mundo. Ni siquiera tiene que suceder con la mayoría de la gente. Pero tiene que ocurrir con cierta masa crítica para cambiar el entorno mental del mundo, para poner en marcha un tipo diferente de ética, un tipo diferente de expresión, un tipo diferente de poder.

La humanidad en su conjunto sigue operando desde un estado mental muy primitivo y competitivo. Si bien hay individuos nobles, individuos que tienen una mayor visión y una mayor compasión, la gran masa de personas sigue funcionando a un nivel muy básico y competitivo.

En un mundo de recursos cada vez más escasos, esto es catastrófico. En un mundo de creciente presión e incertidumbre social y económica, esto solo conducirá a la competencia, el conflicto y la guerra.

Por eso Dios ha enviado un Nuevo Mensaje al mundo: para refrescar las religiones del mundo, para enfatizar su enseñanza central, su verdad central y su Única Fuente. Pero también para traer al mundo algo muy nuevo, extraordinario y puro. Es para preparar a la humanidad para el gran cambio que se avecina en el mundo y para preparar a la humanidad para su encuentro con una Comunidad Mayor de vida inteligente en el universo, una Comunidad Mayor que es mucho más compleja y competitiva que cualquier cosa que puedas imaginar aquí en Tierra.

La preparación para estos dos grandes eventos tiene el poder de unir a la humanidad por necesidad. Tiene el poder de anular los conflictos y desacuerdos entre naciones, la prolongada competencia e irritación entre grupos y tribus. Tiene el poder de unir a las personas para proteger y preservar al mundo del colapso y la decadencia internas, y de la competencia externa y de la Intervención del universo que os rodea.

Pero con eso tiene que existir una transformación del individuo, porque cambiar el orden social por sí solo no garantiza una mejora real, pues la comunidad humana tendrá que ser mundial en el futuro, pero ¿qué tipo de comunidad será esa? ¿Será un régimen opresor, restrictivo y cruel, o será una unión de naciones que luchan por mantenerse a sí mismas y entre sí para mantener un mundo ordenado y beneficioso?

Las cosas tendrán que cambiar en el exterior, sin duda: la forma en que las personas piensan y viven, la forma en que se relacionan entre sí y la ayuda que están dispuestas a brindarse unas a otras a medida que crecen las Grandes Olas de cambio y se vuelven más difíciles de enfrentar. Pero en el centro del individuo, debe haber una elección real y un cambio de corazón. Lo que produce esto no son simplemente fenómenos externos, sino algo más misterioso que acontece en el interior: un despertar, un cambio, una revelación, una revelación personal.

Es sorprendente que los peligros, las tragedias y las dificultades tengan un mayor poder para despertar al individuo que los placeres y la seguridad, la protección y la satisfacción, todas las cosas que las personas se esfuerzan por tener y mantener, si es que lo logran.

Pero existe una fuerza misteriosa dentro del individuo que crea su propia presión como un volcán que quiere hacer erupción, aumentando su presión interna. Este es el poder de la revelación personal que se fortalece cada vez más en el individuo, particularmente a medida que el individuo comienza a aprender de ello, a considerarlo y a darse cuenta de que está aquí para un propósito mayor, no simplemente para sobrevivir, asegurar comodidades o disfrutar de fantasías, sino que está aquí para servir de una manera mayor.

Este potencial vive en cada persona, pero en algún momento está más vivo en ciertas personas que en otras. Está más cerca de la superficie en ciertas personas. Está más preparado para surgir en ciertas personas. Esas son a quienes la Hueste Angélica está observando atentamente, quienes tienen el poder de salir de su sueño profundo y perturbado, para despertar a una nueva experiencia dentro de sí mismas, un nuevo sentido de propósito y destino, y un gran cambio de perspectiva en su compromiso con el mundo.

Son esas que están cerca las que ganarán la atención de las grandes Fuerzas Angélicas que supervisan el mundo. Como grandes jardineros, están esperando a ver qué brotes emergen de la superficie, cuáles plántulas comienzan a crecer, a expandirse y a mostrarse prometedoras. ¿Quién se remueve? ¿Quién tiene el potencial para salir del capullo de su vida anterior, de la constricción y la restricción de su vida anterior?

Lo que cambiará al mundo debe tener este ingrediente interno, o solo será un movimiento de personas y recursos, que será beneficioso hasta cierto punto si se mueve en la dirección correcta. Pero para que se mueva en la dirección correcta, debe tener esta mayor motivación humana. Detrás, debe tener el poder del Conocimiento.

En su estado actual, la humanidad no está preparada para las Grandes Olas de cambio, ni para los encuentros con la Comunidad Mayor que ya están sucediendo en el mundo, ni para la Intervención que ya está ocurriendo en el mundo por parte de pequeños grupos de razas de otros lados que están aquí para aprovecharse de la debilidad humana y de la expectativa humana.

En este momento, la humanidad será abrumada por las Grandes Olas de cambio y será socavada por la Intervención que está ocurriendo en el mundo porque ambas cosas están conectadas, como verás. Porque el momento más fácil para explotar a las personas es el momento en que estas enfrentan las mayores dificultades y se sienten más abrumadas por sus circunstancias. No es la fuerza ni la potencia militar lo que empleará la Intervención, sino los poderes de persuasión e inducción.

Solo la Nueva Revelación de Dios puede enseñarte sobre esto, y sobre la vida en el universo, y por qué las razas más avanzadas no usan la fuerza ni ​​las armas para lograr sus fines, sino los poderes de la mente y de persuasión que existen en el ambiente mental. La humanidad sigue siendo tosca y bárbara en contraste con esto. No reconoce dónde residen sus mayores poderes.

Entonces la humanidad necesita preparación, y la preparación debe venir de Dios, y el estímulo para el cambio debe venir de Dios, y la transformación del individuo debe venir de Dios.

No puedes transformarte a ti mismo. Eso sería sólo un cambio en tus ideas, conceptos o circunstancias. Si puedes mejorar tus circunstancias a través de un gran esfuerzo y aplicación, nada ha cambiado realmente en tu interior. Todavía eres guiado por tu miedo. Aun estás lleno de juicios y asociaciones. Sigues siendo un esclavo de tu condicionamiento social.

Es por eso que la transformación debe ocurrir en el interior, o el mundo se volverá más oscuro, más difícil, más abrumador. Las personas no estarán preparadas y sus reacciones finales serán caóticas y rara vez serán productivas y constructivas.

Nosotros te estamos dando la clave, la pista, el componente que falta. Sin el Conocimiento, intentarás cambiar tu vida exterior, pero tu vida interior te perseguirá y no podrás obtener el mayor poder que Dios te ha dado, y con ese poder, un amor perdurable por los demás y por el mundo.

Los elementos que la humanidad necesitará para cambiar su curso y dirección requieren un gran cambio en sus actividades y prioridades externas, y también un gran cambio de corazón, un gran cambio en lo que motiva la conciencia humana y las decisiones humanas, que conduzca a un mejor resultado, que conduzca a un enfoque valiente de la vida, que conduzca a una inversión a largo plazo en el bienestar de la humanidad, en lugar de solo intentar enriquecerse en el momento.

Con esta visión mayor, las personas asegurarán su futuro. No solo vivirán el momento, consumiendo imprudentemente todo lo que puedan. El bienestar de la humanidad y de las generaciones futuras será una prioridad mayor que la actual, porque actualmente el futuro está siendo gastado y despilfarrado. Realmente, nadie está pensando en el futuro. Todo es para el momento. Todo es a corto plazo, con muy poco pensamiento y conciencia del futuro, y de lo que se avecina en el horizonte.

Un cambio de corazón trae consigo un cambio de perspectiva, un cambio de prioridades, un cambio de pensamiento, un cambio de comportamiento, un cambio en las relaciones y en cómo uno se relaciona con los demás y con el mundo. Si deseas producir un cambio en el nivel más fundamental y profundo, con las mayores consecuencias y los mayores beneficios, este debe ocurrir en este nivel más profundo.

Cualquier cosa que se haga en el exterior que muestre promesa y sea beneficiosa debe ir acompañada de dar los Pasos al Conocimiento. La Nueva Revelación de Dios los ha provisto, en forma pura, accesibles para todos, comprensibles, cosas que la persona puede hacer hoy, mañana y cada día, para que su vida y actividades puedan ser guiadas por el mayor poder y presencia dentro de ellas, y ellas puedan ajustar su pensamiento, su vida y sus circunstancias para permitir que este poder emerja y comparta sus dones con el mundo.

Lo que cambiará al mundo no es lo que piensas. No es lo que crees. No es a lo que te aferras, a menos que haya un cambio mayor dentro de ti. Las personas no se están preparando para el futuro a causa de lo que ellas creen, debido a lo que se aferran, debido a que se apegan a lo que han invertido en su vida hasta este momento. Ellas no quieren ver. Ellas no quieren saber. Ellas no quieren reconsiderar su posición.

Así que el cambio debe ocurrir a un nivel más profundo, o las personas irán ciegas hacia el futuro e impactarán contra las Grandes Olas de cambio. Serán sobrepasadas. No lo vieron venir. Sus vidas estaban en una posición vulnerable y desafortunada. Una ola tras otra —sea económica, ambiental, social o política— las impactará. No estaban preparadas para estas. No tenían el poder del Conocimiento para guiarlas a vivir en el momento y a prepararse para el futuro, todo a la vez.

Tu responsabilidad es tomar los Pasos al Conocimiento, recibir la Revelación de Dios acerca de lo que debes hacer en tu vida exterior y lo que debes hacer para abrir tu vida interior. No necesitas inventar el futuro. Solo necesitas tener la motivación adecuada. No necesitas conceptualizar el futuro ni cómo funcionará para todos. Solo necesitas seguir el poder y la presencia. Porque solo Dios sabe lo que te va a redimir como individuo, y lo que va a redimir y a restaurar a la humanidad y a darle un nuevo comienzo con una mayor promesa para el futuro.

Lo que Dios conoce ha sido puesto dentro de ti: la parte de ti que nunca ha dejado a Dios, la parte de ti que todavía está conectada, la parte de ti que no es mundana ni corrupta, la parte de ti que es poderosa, clara y no teme al mundo.

Que este sea tu entendimiento.