Ir bajo la superficie de la mente


Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 16 de octubre de 2008
en Boulder, Colorado, Estados Unidos

Texto original: Going Beneath the Surface of the Mind

Escucha el audio original aquí (en inglés):

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Más información sobre este texto


Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.

Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.

En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.




Nota a los lectores:
Esta traducción fue provista a la
Society por estudiantes del Nuevo Mensaje que se han ofrecido voluntariamente a traducir el texto original en inglés. La publicamos en esta forma inicial para que todo el mundo tenga una oportunidad de interactuar con una porción del Nuevo Mensaje en un su propio idioma.

Naciste con dos mentes; una mente superficial que ha sido condicionada por el mundo, condicionada por tu cultura, por tu familia, quizás por la religión, condicionada por tus experiencias, tus decisiones, tus remordimientos y tus resentimientos. La mente superficial es inestable. Es fundamentalmente insegura.

Pero tú tienes una Mente más profunda, una Mente que ha sido creada por Dios, una Mente que Nosotros llamamos Conocimiento porque tu experiencia de ella producirá experiencias profundas de Conocimiento [saber] e intuición. El Conocimiento es muy diferente a tu mente superficial. Es quieto. Es seguro. No tiene miedo. No especula. No debate. No discute. No proyecta culpa. No es gobernada por el miedo y la inseguridad. Es tranquilo. Es profundo. Observa y espera. Ve, sabe, e impulsa una acción dramática y valiente.

Tú no puedes gobernar esta Mente más profunda con tu mente superficial. No puedes utilizarla como un recurso. El Espíritu no es un recurso para la mente. No puedes usarlo para ganar concursos, ni para manipular a otras personas, ni para obtener ventajas. De hecho, realmente, tu intelecto es un recurso para el Conocimiento en la verdadera jerarquía de tu Ser.

Sin embargo, la realidad de que tu mente está intentando usar al Espíritu —y esto es cierto para la mayoría de las personas, al menos al comienzo de su autodescubrimiento— te muestra cuán trastornado e invertido está realmente tu enfoque, y que esa es la condición de la humanidad. De hecho, es la condición de la vida manifiesta, de la vida inteligente en el universo.

Dios te ha dado el Conocimiento para guiarte, protegerte y conducirte a una mayor realización en la vida, una realización basada en tu mayor propósito al venir aquí, un propósito superior que solo el Conocimiento conoce. El Conocimiento es misterioso. No puede definirse. No es algo que el intelecto pueda conceptualizar con efectividad. Parece misterioso porque no puedes controlarlo, no puedes definirlo y no puedes darle una explicación simple.

Algunas personas tienen miedo del Conocimiento por esta razón. Sienten que es impredecible y que no pueden controlarlo, por lo cual las asusta. Temen ser guiadas por algo que no entienden completamente. Eso es así porque el intelecto quiere ser el gobernante de sus vidas. Quiere usar el Espíritu como un recurso. Quiere sentirse al control. Quiere estar a cargo. Todo esto, por supuesto, nace de una confusión fundamental, una confusión que es el resultado de vivir en Separación.

Tú que has venido de la Creación permanente de Dios ahora tienes que funcionar como un individuo y tienes que lidiar con las circunstancias cambiantes del mundo: resolver problemas constantemente, tratar de adaptarte incesantemente, intentar constantemente negociar y navegar los tiempos difíciles e inciertos de la vida. Aquí se ha dado preeminencia al intelecto. Este tiene un papel extremadamente necesario que desempeñar, pero no es un dios. No es el árbitro final de la realidad. No es la verdad última. Y no es la Realidad Mayor de tu vida.

Toda práctica espiritual, en cualquier forma o tradición, es fundamentalmente para permitir que tu mente pensante y superficial se conecte con la Mente más profunda del Conocimiento. Porque Dios te habla a través del Conocimiento. Dios proporciona guía, moderación e inspiración a través del Conocimiento. Dios redime a los separados a través del Conocimiento.

En lugar de intentar comprender la realidad última de Dios o tratar de escapar de la realidad de estar en el mundo intentando alcanzar algún estado superior o último —tal como tú podrías concebirlo—, la verdadera práctica espiritual es conectarse con el Conocimiento y rendirse al Conocimiento. Así es como Dios te redime.

Algunas personas creen que Dios está manejando cada aspecto de su vida, que todo lo que les sucede es una especie de guía de Dios. Entonces tratan de entender por qué su vida no está funcionando muy bien, por qué no se sienten muy bien, por qué su salud mental y física está tan comprometida, intentando asignarle todo a Dios. Pero Dios no está manejando los asuntos diarios de tu vida. El Creador de todo el universo no se está enfocando en manejar tus asuntos diarios. Esto es, por supuesto, ridículo.

Pero Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti para guiarte, para evitar que te desvíes, para mantener tu vida enfocada en la verdadera dirección que debía seguir, para traer a tu vida una mayor certeza, un mayor poder y una mayor capacidad para comunicarse con otros a un nivel más profundo. En la medida en que experimentas el Conocimiento y te conectas conscientemente con el Conocimiento, estos poderes comienzan a emanar en tu vida y descubres que tienes la fuerza para superar las seducciones y la manipulación, para superar tus propias tendencias autodestructivas, mientras que antes no tenías este poder. No podías anular estas tendencias dentro de ti mismo.

Por lo tanto, la práctica espiritual es para conectarse con la corriente más profunda de tu vida. El Conocimiento te está hablando, pero aún no puedes escucharlo porque tu mente está tan preocupada, tan atrapada en la superficie, tan dominada por fuerzas e influencias externas que no puedes sentir ni escuchar el poder y la presencia del Conocimiento dentro de ti.

Las personas piensan que el Conocimiento son solo momentos fugaces de intuición, y aunque pueden valorar esta intuición, rara vez la rastrean hasta su fuente. Rara vez dan realmente los Pasos al Conocimiento. Quizá ellas intentan beneficiarse de estas experiencias fugaces, pero no saben de dónde vienen. Por lo tanto, nunca se descubre el verdadero poder y la capacidad dentro de ellas mismas: su fuerza central, la fuente de su integridad y poder en el mundo.

No es suficiente pararse junto al pozo y esperar que el mensaje brote. Tienes que meterte en ese pozo. Tienes que hacer una conexión más profunda. Tienes que esforzarte y dar los pasos hacia esa fuente más profunda de poder e inspiración, liberándote lo suficiente de la superficie para que puedas hacer esta conexión más profunda.

Dios te está reteniendo, haciéndote avanzar, restringiéndote de esto, moviéndote hacia aquello, pero si tu mente está atrapada en la superficie con sus juicios y sus miedos, sus creencias, sus actitudes, sus ambiciones, sus fantasías, bueno, se está perdiendo todo para ti, que estás destinado a ser el recipiente del Poder y la Gracia de Dios.

El Conocimiento está tratando de mover tu vida en cierta dirección, pero si sigues tratando de mover tu vida en una dirección diferente, sentirás un tremendo conflicto interior e incertidumbre. Y cuanto más obstinado seas, más decidido estarás a llevar tu vida a donde tú crees que debería ir, mayor será este conflicto y más disociado estarás de tu naturaleza más profunda y de la corriente más profunda de tu vida.

Esa disociación es el problema y la fuente fundamental del sufrimiento de las personas. Más allá de la pura privación física por la falta de alimentos, agua, vivienda o suficiente seguridad, esa es la fuente de la ansiedad de las personas. Es la fuente de su anhelo. Es lo que ellas están intentando encontrar en sus relaciones, lo que están buscando a través de sus actividades y adquisiciones; ese sentimiento de estar conectadas, de estar completas, de escapar de la sensación de temor e inadecuación que las acosa y las motiva.

La respuesta está dentro de ti, pero debes llevar tu vida a un tipo de enfoque y orientación para que surja este Conocimiento. No es como sacar un conejo de un sombrero. Tu vida debe moverse en la dirección en la que debe moverse. Entonces sentirás el movimiento del Conocimiento dentro de ti. Si sigues tratando de ir a otro lugar para tener todas esas cosas que crees que quieres o necesitas sin comprender si realmente están alineadas con el Conocimiento dentro de ti, entonces estarás en un conflicto perpetuo. Y la necesidad de tu alma quedará insatisfecha.

Incluso si tienes éxito en tus actividades y si eres capaz de lograr tus objetivos personales —a través de la pura determinación, o de la manipulación y el engaño de los demás—, no habrás progresado en absoluto si no te estás moviendo en la dirección en la que tu vida está destinada a ir. De hecho, te habrás alejado y, como resultado, te sentirás inquieto e incompleto.

Incluso si logras riquezas y estás rodeado de lujos, estarás inquieto y descontento porque la necesidad más profunda de tu alma no ha sido satisfecha, y te has llevado tan lejos, tan lejos de tu rumbo, que ahora no sabes dónde estás. Estás perdido y tu vida está vacía. Sigues tratando de tener más cosas, de hacer más cosas, de tener más experiencias para compensar de alguna manera este sentimiento de insuficiencia y anhelo. Mantienes la mente estimulada, enfocada y preocupada, pero muy dentro de ti, sabes que no estás viviendo la vida que estas destinado a vivir.

Es esta conciencia y esta insatisfacción lo que finalmente puede permitirte hacer un cambio fundamental y una reevaluación de tu vida y circunstancias. Esta insatisfacción es la luz de la esperanza, la luz al final del túnel, una señal de que se puede lograr un gran cambio. Cuando dejas de fingir que eres más feliz de lo que realmente eres, cuando dejas de identificarte con todas tus posesiones y logros, y comienzas a decir la verdad sobre tu experiencia más profunda, entonces comprendes que hay una necesidad mayor dentro de ti que está llamándote y a la que debes responder.

Esto requiere que escuches el movimiento del Conocimiento. Ese es el comienzo de tu práctica espiritual, tu práctica en la quietud y la escucha. En esta práctica, no estás intentando obtener nada; no estás intentando realizarte; no estás intentando tener nuevas ideas; no estás intentando tener respuestas o remedios para tus problemas. Estás escuchando y estás quieto.

Al principio, esta quietud es una especie de frustración porque empiezas a ver lo errático que es tu pensamiento y lo dominado que estás en la superficie de tu mente. Muchas personas se desaniman aquí, se dan por vencidas y sienten que están lidiando con una fuerza abrumadora. Parece que ellas no pueden anular la estimulación constante de su imaginación. La mente está tan agitada y motivada que cuando comienzas tu práctica en quietud, eso es todo lo que experimentas, y es desagradable y chocante. Pero si tienes un enfoque más profundo, estás en un ambiente tranquilo y estás sentado cómodamente, si persistes, comenzarás a hundir tu conciencia bajo la superficie.

Quizás tengas que sentarte durante treinta minutos o una hora antes de comenzar a hundirte bajo la superficie. Debes tener un punto de enfoque. Puede ser una imagen, puede ser algo que ves con los ojos semicerrados, pueden ser las palabras «Na Rahn», puede ser un sonido. No puede ser significativo ni estimular tu imaginación. Debe ser algo muy simple en lo que te concentres. Y eso te permite hundirte bajo la turbulencia de tu mente superficial.

Cuando comiences a tener esta experiencia, parecerá que te estás acercando a un estado de vacío, que realmente está vacío allí. Para algunas personas, esto es aterrador y genera ansiedad. Pero el vacío solo significa que no estás siendo estimulado en la superficie.

Estás entrando en un estado más quiescente. La mente aún te hará retroceder, pero puedes continuar hundiéndote bajo  ella. Y estás despierto. No estás dormido. No estás soñando. Estás presente.

Este estado de quietud es inmensamente refrescante. Es refrescante para la mente. Por eso duermes por la noche, para refrescar y descansar tu mente. Es refrescante para la mente. No se trata de conseguir cosas. No se trata de comprar y comprar. No es como tu actividad constante en la superficie, tratando de tener cosas e impulsado por el miedo a no tener. Aquí estás simplemente flotando, libre de la irritación, el estrés y la turbulencia de la vida en la superficie. Ahora estás adentrándote más en el océano de la conciencia, donde las cosas son mucho más tranquilas. La vida puede estar rugiendo en la superficie, pero ahora tú estás viviendo un momento de quietud.

Manteniendo tu enfoque en tus palabras, tu sonido o tu imagen, eres capaz de sostener esto. Tus sentidos comienzan a abrirse. Tus oídos comienzan a abrirse. Y a medida que te acostumbras a este estado y puedas lograrlo con más frecuencia, comienzas a sentir que hay una conciencia más profunda dentro de ti, que lo que parecía un vacío es en realidad una conciencia más profunda.

Esta conciencia no está agitada. No está llena de imaginación. No está corriendo por todos lados. No está revoloteando del pasado al futuro. Simplemente está ahí, una gran y poderosa Presencia. Aquí es importante no intentar comprender porque eso simplemente te devuelve a la superficie, sino estar allí y experimentarla, respirarla, aclimatarte a su presencia. Sólo estás ahí. No estás intentando obtener nada, esclarecer nada, resolver nada, evitar nada. Tú, solo estás ahí.

Luego, cuando termines tu práctica de meditación, puedes volver al mundo en un estado más quiescente, un estado más consciente, un estado más observador, y será muy refrescante para ti, refrescante como tomar una ducha caliente después de estar trabajando en el calor del día; refrescante para la mente.

A medida que seas capaz de tener esta experiencia, que será muy intermitente y quizás poco frecuente al principio, y a medida que esta crezca para ti, serás capaz de recurrir a este estado más profundo y escuchar en él y por él. Verás que en la superficie sientes de una forma, pero a un nivel más profundo, la sensación es diferente.

Al enfrentarte a una decisión importante, en la superficie intentarás calcular los beneficios y las desventajas, los pros y los contras de la decisión. Pero más profundamente, es un sí o un no, o no hay nada, lo cual significa que ahora no es importante. A veces, el sí o el no, es fuerte o es débil, lo que significa que debes proceder con cautela.

En lugar de solo intentar obtener una respuesta, debes experimentar lo que eso significa en un nivel más profundo. No es suficiente que solo tengas respuestas. Es más importante que tengas conciencia y comprensión, porque una respuesta es más para el momento, pero la comprensión es para toda tu vida.

Con el tiempo, tu remisión a este estado más profundo permitirá que la información llegue a tu mente desde el mismo Conocimiento. Mientras escuchas a otras personas, haz que tu mente se aquiete. No intentes involucrarte o seguir su línea de pensamiento. Sólo escucha y permanece quieto. Periódicamente vendrán a tu mente cosas que son realmente un avance de comprensión. A medida que aprendas a hacer esto, experimentarás que lo que las personas dicen no es lo que ellas quieren decir, y que realmente ellas se están comunicando a otro nivel que apenas es reconocido por alguien a su alrededor.

Desde esta experiencia más profunda de Conocimiento, sentirás restricciones sobre ciertas cosas, cosas que pueden atraerte, cosas que pueden parecer rentables, beneficiosas o placenteras. Las mirarás y tu mente comenzará a sentirse tentada, pero en lo más profundo, existe una restricción.

El Conocimiento no puede ser seducido. No puede ser inducido a hacer cosas que vayan en contra de su naturaleza y su diseño. Por eso tiene un poder tan grande en el mundo y es tan inmensamente seguro y confiable.

Tienes dos mentes dentro de ti. Necesitas prestar atención a la Mente más profunda. Haces esto a través de tu práctica en quietud y escucha interior. Y haces esto en el mundo cuando te recuerdas a ti mismo despejar tus pensamientos y simplemente estar presente y observador. Todo el tiempo, cuando estás esperando algo, esperando un autobús, esperando en un semáforo, esperando en una fila de personas, puedes practicar la quietud y la escucha interna. Si estás conduciendo un automóvil, puedes estar practicando escuchar y observar, completamente alerta. Apaga la radio en casa. Apaga la televisión. Aléjate de tu computadora.

Muchas personas hacen preguntas que no necesitan ser planteadas o están intentando tomar decisiones para las que ellas no están preparadas, por lo cual ellas no reciben nada del Conocimiento. Una vez más, el Conocimiento no solo te dará respuestas puntuales. Te está dando conciencia. Te está dando percepción. Está preparándote para el futuro. Tú estás construyendo un compromiso. No busques esta relación solo para obtener ideas o encontrar respuestas a tus preguntas porque no puedes usar el Conocimiento como un recurso.

Esta es una enseñanza y una preparación. Dios no es tu sirviente, al servicio de tus errantes deseos, de tu pensamiento errático. Si vas a llegar al poder más profundo que Dios ha puesto dentro de ti, debes venir a darte a ti mismo. Debes venir de una manera sagrada; no para obtener algo, no para apropiarte de algo, no para obtener tu respuesta. Si esa es tu intención, el Conocimiento permanecerá en silencio, porque tú no estás listo para establecer el verdadero compromiso que se debe hacer.

El Conocimiento no te dará lo que tú quieres, pero te dará lo que necesitas. Y dirigirá y redirigirá tu vida para que pueda moverse en una dirección positiva como estaba destinada a hacerlo, de acuerdo con un propósito mayor que te ha traído a este mundo, en este momento, para enfrentar las circunstancias de la vida que están surgiendo ahora.

Una vez que entras en la vida nada está seguro, excepto el Conocimiento dentro de ti. No hay garantía de que tu vida funcione,  de que encuentres tu propósito superior, de que conozcas a las personas que realmente debes conocer, de que tengas grandes ventajas. No existe garantía. Sólo existe el poder del Conocimiento.

Tienes un cuerpo. Tienes una mente. Debes aprender a dirigirlos y a nutrir su salud y su integridad. Debes ser fuerte físicamente, fuerte mentalmente, fuerte emocionalmente y libre para responder al poder más profundo que Dios ha puesto dentro de ti.

Por ello, debes entregarte. Debes venir con humildad. No vengas como un ladrón en la noche. Debes llegar a desarrollar tus habilidades de escucha interior y estar en un estado de silencio, sentado en quietud. Aprende a escapar de la agitación de tu mente superficial. No se trata sólo de estar en paz. Se trata de hacer una conexión real con la Inteligencia más profunda dentro de ti.

Tu mente es como el océano. En la superficie, es arrastrado por el clima y los vientos del mundo: un día tranquilo, al día siguiente tormentoso, errático, irracional, sin movimiento seguro, turbulento, impredecible. Pero a un nivel más profundo, hay corrientes que mueven las aguas de la Tierra, como una cinta transportadora que mueve las aguas de una parte del mundo a otra, con una certeza y una regularidad más profundas.

Esta es una buena analogía para tu mente. En la superficie, turbulenta, servil, azotada por el mundo, llena de miedo, deseo, ansiedad e inseguridad, pero a un nivel más profundo, hay un movimiento mayor y una corriente más profunda.

Cuando miras el océano desde la superficie, puedes ver muy poca vida en él. Quizás veas ballenas o aves en la superficie, pero la mayor parte de la vida en el océano no puede verse desde la superficie.

Aquí nuevamente la analogía es apropiada porque realmente desde la superficie de tu vida no puedes ver la vida más grande. Piensas que solo hay una oscuridad grande y vacía allá abajo, y no quieres ir allí porque tienes miedo a la oscuridad. No quieres bajar esa escalera hacia los reinos más profundos porque sientes miedo e incertidumbre allí.

Quieres permanecer en la superficie aferrándote a tus creencias, aferrándote a tus hábitos, aferrándote a tus acuerdos con otras personas, a tus contratos sociales y demás, viviendo como un esclavo de fuerzas externas. Pero al menos no estás solo. Tienes mucha compañía allí.

Pero a mayor profundidad, Dios te ha dado la corriente más profunda de tu vida. Puedes orar por salvación y guía, pero Dios te ha dado el Conocimiento y debes tomar los Pasos al Conocimiento. Esto requiere que encuentres un camino a través de tu práctica, de tu práctica espiritual, para moverte bajo la superficie de tu mente.

Le das a tu mente algo en lo que enfocarse, un sonido, una palabra, algo que no estimule tu imaginación. La mente tiene un enfoque y eres capaz de deslizarte bajo la superficie. Y allí abajo es un mundo completamente diferente. Es tranquilo. Es inmenso. Y hay una vida más grande de la que podrías discernir desde la superficie.

Las personas intentan al principio que el Conocimiento les dé lo que ellas quieren. Ellas quieren perspicacia. Quieren respuestas. Ellas quieren clarificación porque tienen miedo y están intentando recuperar el Conocimiento para que les de las cosas que ellas quieren. Lo usan como una forma de adivinación para conseguir lo que ellas quieren.

Pero el Conocimiento no responde a este tipo de ambición o intento de manipulación. Si ese es tu enfoque, el Conocimiento estará en silencio contigo porque no vienes de una manera reverente. No vienes desde una posición de humildad. El Conocimiento tiene más para darte que una respuesta. Está aquí para darte una vida mayor, una vida que quizás sea diferente, moviéndose en una dirección diferente a la que estás tratando de lograr para ti mismo.

Las personas intentan obtener riqueza; están intentando tener poder; están intentando tener relaciones; están intentando evitar la pobreza y la privación. Todo esto es comprensible, por supuesto. Pero tú estás aquí para un propósito superior. No puedes descifrar esto con tu intelecto, porque su realidad está más allá del ámbito del intelecto. Solo puedes acercarte a este, aprender de este, elegir su dirección y hacer que se te revele gradualmente a lo largo del tiempo, a medida que seas capaz de concebirlo, de encarnarlo y seguirlo.

El Conocimiento esta moviéndose en una dirección. Las corrientes más profundas del océano están moviéndose en una dirección. Ello tiene muy poco que ver con el clima o la meteorología diaria. Tu vida tiene un movimiento más profundo, una corriente más profunda. No está atrapada en el drama de tu vida en la superficie.

Entonces, para que puedas experimentarlo, debes aprender a estar quieto, a escuchar, a responder y a sentir lo que el Conocimiento indica a un nivel más profundo, y no solo por un momento aquí y allá, sino en un sentido mucho más completo, porque realmente estás estableciendo tu relación más primaria aquí. Tú no estableces tu relación con otra persona, una que otra vez, cuando necesitas algo de ella. Esa es una relación de conveniencia, ciertamente, pero no es un vínculo real, más profundo.

El Conocimiento es tu relación más primaria porque representa tu relación con Dios. Aquí es donde haces la conexión Divina, con el Conocimiento dentro de ti y el Conocimiento dentro de otros. Cuando respondes al Conocimiento más profundo en otro y eres inspirado por ello, estás haciendo una conexión con Dios y con la Presencia de Dios en el mundo. No estableces una conexión con Dios teniendo pensamientos elevados y sutiles o una construcción teológica magnífica, ni alabando y adorando, ni complaciendo y adorando. Eso no significará nada si no puedes seguir la corriente más profunda de tu vida.

Tu entrega a Dios no puede ser simplemente un gesto o una serie de ceremonias. Realmente debe suceder en el interior. Debe liberarte de la mente superficial para que puedas sentir el movimiento de la vida. Puedas sentir cuando el Conocimiento te está restringiendo. Puedas sentir y experimentar cuando el Conocimiento te mueve o te anima a hacer algo específico.

En el futuro, a medida que desarrolles tu práctica y des los Pasos al Conocimiento, serás consciente de estas dos realidades al mismo tiempo. Responderás al mundo y tu mente funcionará a ese nivel, pero siempre tendrás esta conciencia del Conocimiento.

Las personas a menudo piensan en esto en términos de la mente y el corazón. Ellas piensan: «Bueno, tienes pensamientos, y crees en ciertas cosas, y tal vez basas tu vida en eso, pero entonces tu corazón tiene un tipo diferente de movimiento e inteligencia». Mientras no asocies todas tus emociones con tu corazón, esto podría funcionar como un modelo. Muchas personas usarán este modelo, y pueden usarlo con éxito siempre que comprendan que el Conocimiento está más allá de la mente y del cuerpo. Puedes experimentar más el Conocimiento en la región de tu corazón porque este se basa más en el sentimiento y la experiencia que en simples ideas e ideologías, pero el Conocimiento es más grande que tu vida física. Está en el mundo, pero no es del mundo.

Con el Conocimiento, te será cada vez más difícil cometer un error al discernir las relaciones. Podrías intentar casarte con alguien por su belleza, su riqueza o su encanto, pero el Conocimiento no irá contigo. Podrías intentar ganarte a alguien porque está estimulando tu imaginación, o porque eres adicto a su personalidad, pero el Conocimiento no irá contigo.

En contraste, cuando conoces a alguien en tu vida que es realmente importante, y tienes una resonancia, una conexión más profunda, con este y esa conexión es profunda y permanente, no es meramente imaginaria, fragmentaria o momentánea, entonces el Conocimiento dirá: «Sí. Haz una conexión con esta persona».

Pero puede que tengas que esperar. No puedes tener todo ahora. Quizás conozcas a tu verdadero compañero dentro de cinco años. ¿Qué harás mientras tanto? ¿Casarte con alguien más? ¿Tener aventuras? ¿Aprovecharte de otras personas para tu placer o tus necesidades?

Por eso se necesita una paciencia inmensa. Por eso practicas la quietud. Por eso aprendes a hundirte bajo la turbulenta superficie de tu mente: para refrescarte, para clarificar tus pensamientos, para buscar alivio del estrés del mundo exterior y para sentir la presencia y el poder del Conocimiento y su orientación para ti.

No le hablas al Conocimiento como si fuera otra personalidad porque no funciona así. No puedes tener una conversación con el Conocimiento. No es charlador como tu mente superficial. Es la parte de ti que es sabia, y si llegas a ella tontamente o de una manera engañosa, no te responderá. Será como si no hubiera nada allí. Pero si llegas a desarrollar tus habilidades —aprendiendo a estar quieto y en silencio, aprendiendo a estar presente, aprendiendo a despejar tu mente— entonces experimentarás esta Presencia más profunda bajo la superficie.

Estas habilidades son muy valiosas porque cuando estás en el mundo y te involucras con personas y actividades, si puedes despejar tu mente en cualquier momento, entonces te abres a una visión más profunda y un reconocimiento más profundo. Puedes escuchar lo que las personas realmente dicen. Eres capaz de discernir la dinámica de la situación. Eres capaz de ver los peligros en ciertas decisiones, los peligros en ciertas circunstancias. Eres capaz de detenerte y volverte perspicaz y vigilante.

Esto tiene un valor inmenso pues la mayoría de las personas cometen errores porque no están prestando atención, o están siendo guiadas por la ambición, el deseo o el miedo. No están siendo objetivas. No están siendo exigentes. Simplemente se impulsan a sí mismas o se dejan seducir y controlar por otra persona. Las personas ceden a la voluntad de otras. Esto sucede todo el tiempo.

Por lo tanto, esta habilidad de hundirse bajo la superficie, de aquietar y despejar la mente, de convertirse en un observador y un oyente, de forma objetiva —sin proyectar culpas, sin asociarte con nada—, tiene una importancia práctica inmensa y debe aplicarse a cada decisión importante que tomas respecto a tu relación con las personas, con los lugares, con las cosas, con el dinero, dónde vives, cómo vives, adónde vas, qué haces. Aquí es donde rompes las cadenas que te atan. Aquí es donde se abren las puertas en tu vida, dentro de ti y a tu alrededor.

Esta capacidad de aclarar tus pensamientos, de volverte sobrio, de dejar de soñar y de pensar frenéticamente, de alejarte de la persuasión de los demás, es de un valor tan inmenso que salvará tu vida. Una y otra vez, preservará tu vida.

El Conocimiento es como la Tierra. En la imaginación, estás flotando sobre la Tierra, pero cuando bajas a la Tierra, hay una especie de conciencia fundamental. Esto es solo una analogía, por supuesto, pero si puedes imaginar que dentro de ti hay una base más profunda, un Conocimiento más profundo, una Mente más profunda, entonces si estás flotando cerca de la superficie y estás desconectado de esta base más profunda verás que simplemente estás funcionando sin ninguna guía, como un barco sin timón. Te estás desviando del rumbo todo el tiempo. Estás siendo barrido por los vientos del mundo. Como un pequeño bote sin vela en el océano, serás golpeado, empujado y finalmente te hundirás.

Por eso tu relación con el Conocimiento es la relación más importante. Es tu primera responsabilidad. Es tu relación con Dios. Aquí es donde haces tu conexión. Dios no es una idea. Quien tú eres no es una idea. Dios no es una cosa, un objeto. Quien tú eres no es una cosa o un objeto.

Te conectas con Dios llevando tu mente superficial bajo la dirección del Conocimiento dentro de ti. Esto es más importante que tener solo experiencias intuitivas de vez en cuando. Esta es una relación fundamental a la que te estás llevando porque ves que sin ella estás perdido en el mundo. Rico o pobre, estás perdido en el mundo. Incluso rodeado de lujo, estás perdido en el mundo. Estas vacío. Estás frustrado. Estás insatisfecho. Eres inseguro, como un niño perdido en el mundo.

Aquí te estoy dando el secreto, el secreto más importante, la conexión más profunda, la conexión más importante, la conexión que satisfará la necesidad más profunda de tu vida, que es la necesidad del alma, la necesidad de que encuentres y satisfagas tu mayor propósito aquí.

Tienes un destino en el mundo. Tienes un propósito superior. Y Dios te ha dado el Conocimiento para darte el poder y la habilidad de encontrar ese propósito, experimentarlo, abrazarlo y cumplirlo. El mundo llamará aquí a tu mayor propósito. Esto te pondrá en relación con el mundo en el sentido más verdadero. Te permitirá establecer las relaciones más significativas y profundas con otras personas y con ciertos individuos en particular. Pondrá fin a tu búsqueda incesante. Te liberará de la adicción y el comportamiento autodestructivo. Te dará una guía y una brújula para navegar los grandes tiempos inciertos que se avecinan.

Que el Conocimiento pueda hacerse fuerte dentro de ti, que has nacido para un propósito superior. Que puedas dedicarte a dar los Pasos al Conocimiento y permitas que esta gran relación llegue a tu conciencia y sea la luz que guíe tu vida. Que la inspiración y tus dones al mundo puedan emanar de ti. Y que puedas ser fuente de inspiración para otros, dándoles el regalo que se te ha dado.