Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 27 de noviembre de 2006
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: The New Message on Relationships (no disponible online)
Más información sobre este texto
Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
“La necesidad más profunda del alma es la de reconocer y unirse a ciertas personas para llevar a cabo una mayor contribución en el mundo.”
El Nuevo Mensaje de Dios pone un gran énfasis en la importancia y la influencia de tus relaciones primarias. Este énfasis es necesario, pues todo el mundo en tu vida está o bien fortaleciéndote o bien debilitándote en tu búsqueda del Conocimiento y en tu preparación para vivir una vida mayor en un mundo cambiante.
Ciertamente serás llamado a servir a aquellos que son más débiles que tú, aquellos que necesitan tu ayuda o que necesitan de tu sabiduría y guía de maneras muy específicas. Pero tienes que caminar el trayecto con aquellos que son tan fuertes como tú, y con aquellos que son incluso más fuertes.
Esto es a menudo pasado por alto cuando la gente piensa en la espiritualidad. Ellos piensan que es una actividad muy individual. Piensan que es todo sobre ellos mismos y su mente. Sin embargo, el entorno juega un papel importante en permitirte o impedirte que seas capaz de discernir el Conocimiento más profundo de que Dios ha puesto dentro de ti, y el gran propósito que te ha enviado al mundo.
Verdaderamente, dentro de este contexto más amplio, las relaciones adquieren una nueva importancia y significación. Pues tú necesitas estar con aquellos que puedan darte coraje, que puedan corregirte cuando sea necesario, que puedan ayudarte a discernir lo que realmente es la sabiduría y que puedan animarte hacia la realidad del Conocimiento, la realidad de tu propósito mayor y hacia un mundo en necesidad, y no al contrario. Necesitas personas que sean más desinteresadas en su relación contigo, que reconozcan que hay algo importante dentro de ti que necesita ser revelado, habilidades que necesitan ser desarrolladas, y un llamado mayor para ti en tu vida que aún ha de ser descubierto.
Hay realmente muy pocas personas que puedan hacer esto por ti. Muy pocas personas. Pero estás destinado a conocer a los que serán enviados a ti si puedes seguir el Conocimiento dentro de ti mismo. Pero incluso aquí tendréis que discernir la naturaleza apropiada de vuestra relación. Tendréis que distinguir sus aspectos personales de su mayor significado y propósito. Porque incluso una relación que se ha creado para servir al descubrimiento del más alto propósito en la vida tendrá unas dimensiones personales que requerirán conciencia y discernimiento, honesta autoexpresión y un cierto tipo de “navegación” que siempre es necesario en las relaciones humanas.
Una gran parte del Nuevo Mensaje de Dios está dedicada a la enseñanza sobre las relaciones y el propósito superior. Está dedicada a prepararte para descubrir estas relaciones y discernirlas de otras atracciones que te alejan de tu verdadera dirección. En última instancia, la espiritualidad es acerca de la capacidad de unirse con otras personas en un propósito y de experimentar resonancia y afinidad con ellas. Es necesario aquí pensar en la espiritualidad no tanto como una actividad individual hacia la perfección o la iluminación, sino como el desarrollo de la capacidad de unirse con otros, de unirse en un nivel superior—al nivel de propósito, sentido y dirección, un nivel más allá de ambiciones, temores y engaños personales.
Tú puedes involucrarte y entrar en este nuevo ámbito de relaciones porque el Conocimiento está en ti. El Conocimiento es la inteligencia mayor que el Creador ha puesto dentro de ti para guiarte y protegerte, así como para conducirte a las personas y circunstancias que pueden revelarte esta inteligencia mayor y el propósito más grande por el que viniste al mundo.
Aquí de nuevo es importante reconocer que no hay relaciones neutrales en tu vida. Todo el mundo está ya sea ayudando o bien entorpeciendo este proceso. Incluso las personas que son muy cariñosas y muy amables y no tienen ninguna intención negativa pueden hacer esto sin darse cuenta—debilitarte, diluir tu enfoque, nublar tu visión, distraerte con otras cosas que ellos o tú encontráis atractivas, pero las cuales en verdad no pueden llevarte en la verdadera dirección que debes seguir.
En última instancia necesitarás una red de personas de apoyo, pero incluso si solo puedes encontrar una persona que pueda hablar a tu naturaleza y propósito mayores ya habrás hecho un verdadero descubrimiento. Esta persona no tiene que ser tu esposa o esposo. Ellos no tienen que satisfacer alguna necesidad personal dentro de ti, pero debe haber esta resonancia mayor, este reconocimiento mayor y este sentido mayor de responsabilidad entre los dos.
Estas relaciones serán infrecuentes, pero estás destinado a tenerlas si puedes prepararte, si puedes seguir el Camino del Conocimiento, si puedes aprender la sabiduría necesaria para involucrarte con otras personas a este nivel superior, con esta comprensión más profunda, al nivel del Conocimiento. Aquí esta inteligencia más honda se convierte en tu punto de referencia, así como tu guía y tu asesor respecto a con quién estar y cómo estar con él, qué decir y qué no decir, qué hacer y qué no hacer, a dónde ir y a dónde no ir.
Las personas por todo a tu alrededor están estableciendo relaciones continuamente, pero muy pocas de estas relaciones tienen alguna promesa verdadera o alguna dimensión mayor. La mayoría de las personas tienen miedo de estar solas, incluso están aterradas de estar solas, realmente solas, incluso aunque estar solas podría serles muy beneficioso. Pero el Nuevo Mensaje se dirige a una necesidad más profunda aquí, a la necesidad del alma; no simplemente al cumplimiento de las ansiedades o los deseos de la mente, sino a una necesidad más profunda del alma. La necesidad más profunda del alma es la de reconocer y unirse a ciertas personas para llevar a cabo una mayor contribución en el mundo.
Pues en verdad estás aquí en una misión. Has sido enviado al mundo con un propósito. Pero esta misión y propósito no son lo que piensas. Solo el Conocimiento dentro de ti sabe. Tu mente puede especular. Tu mente fantaseará, y tratará de responder a estas preguntas con sus propias ideas. Pero la mente no sabe, solo piensa. El Conocimiento dentro de ti sabe.
Por tanto, tomar los pasos al Conocimiento es sentar las bases para todo gran descubrimiento en la vida. Ello sienta las bases para el establecimiento de todas las relaciones verdaderas que vas a necesitar. Ello establece el criterio para todo lo que hagas capaz de conducir a un éxito y satisfacción verdaderos en la vida.
Necesitarás este Conocimiento para encontrar a aquellos que realmente harán la diferencia en tu vida. Y también necesitarás encontrar a estas personas para confirmar el Conocimiento dentro de ti, pues requerirás un testigo para el gran descubrimiento del Conocimiento. Necesitarás por lo menos una persona, y con el tiempo más, para llamarte de vuelta al Conocimiento, a tu mayor responsabilidad ante Dios—llamarte de vuelta desde tus vagabundeos, tus sueños, tus miedos y tus dudas, hacia este verdadero propósito que te ha traído al mundo, este verdadero propósito que tú no puedes definir, este verdadero propósito que solo puede ser conocido y cumplido en un marco de auténticas relaciones con los demás.
No puedes retornar a Dios si no puedes unirte con otros. Esto es un entendimiento fundamental. Si piensas en Dios como la suma de todas las relaciones, ¿cómo puedes volver a la suma de todas las relaciones si no puedes unirte siquiera con una sola persona, si no puedes unir mente, cuerpo y alma con una sola persona para un propósito más grande en el mundo? Tú no puedes unirte con alguien simplemente por comodidad, tranquilidad o placer, porque estas cosas no son las necesidades del alma. Ellas pueden aliviar temporalmente las ansiedades de la mente, pero no representan las verdaderas necesidades del alma. Porque tú estás aquí en una misión. Y Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti para llamarte a esta misión, para prepararte para esta misión, para liberarte de todas las otras distracciones y ataduras, de modo que puedas encontrar esta misión, discernirla y cumplirla. Esta es la necesidad del alma. Esto es lo que te ha traído aquí.
La respuesta está dentro de ti, pero la llamada se encuentra en el mundo. No puedes generar tu propia llamada. La llamada se encuentra en el mundo. Vendrá de otras personas. Vendrá de las circunstancias del mundo que requieren tu contribución. Tú tienes la respuesta, pero la llamada se encuentra en el mundo. Esto es muy importante, porque te tornará hacia el exterior en lugar de solo hacia el interior. Esto te llamará hacia la verdadera relación. Te llamará hacia la actividad real. Te llamará hacia tu obra mayor, más allá de cualquier empleo al que puedas estar dedicándote en este momento.
El Nuevo Mensaje de Dios da a la humanidad y a cada persona que pueda responder a él la gran oportunidad para la redención en un mundo cambiante. Esta redención descansa en el corazón de cada religión, pero debe ser clarificada de nuevo. Debe ser señalada de maneras que las personas puedan experimentar más directamente, sin la carga de la cultura y de la historia, sin el peso de siglos de comentario e incomprensión humanas. Por eso hay un Nuevo Mensaje de Dios en el mundo.
Estás aquí en una misión. Dios ha puesto el Conocimiento dentro de ti. La llamada se encuentra en el mundo. Para conocerte a ti mismo y vivir una vida de verdadero sentido y plenitud, debes encontrar este llamado. Tienes que experimentar esta misión. Por eso hay un Nuevo Mensaje de Dios en el mundo.