Como le fue revelado a
Marshall Vian Summers
el 12 de abril de 2011
en Boulder, Colorado, Estados Unidos
Texto original: Destiny
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Lo que estás leyendo en este texto es la transcripción de la voz original de la Asamblea Angélica hablando a través del Mensajero Marshall Vian Summers.
Aquí, la comunicación original de Dios, que existe más allá de las palabras, es traducida al lenguaje y el entendimiento humanos por la Asamblea Angélica que supervisa el mundo. La Asamblea después entrega el Mensaje de Dios a través del Mensajero, tras lo cual es transcrito y puesto a tu disposición y a disposición de todos.
En este extraordinario proceso, la Voz de la Revelación está hablando de nuevo. La Palabra y el Sonido están en el mundo. Que puedas ser el receptor de este regalo de Revelación y puedas estar abierto a recibir su Mensaje único para ti y para tu vida.
“Dios sabe lo que está viniendo en el horizonte. La cuestión es, ¿puede la gente responder y prepararse, y puede recibir la preparación que el Creador de toda vida está enviando al mundo?”
El Nuevo Mensaje está aquí para guiar a la humanidad y preservar la civilización humana. Es la respuesta a innumerables oraciones para la restauración del individuo y para aportar mayor cooperación, fortaleza y creatividad a la familia humana en su momento de mayor necesidad y dificultad.
Es tan grande que las personas no pueden abarcarlo, aunque puedan pensar que lo entienden. Y es tan simple que la gente puede usarlo hoy mismo, en toda situación, con toda persona a la que encuentren, en todo tipo de circunstancias.
El Nuevo Mensaje está aquí para preparar a la humanidad para vivir en un mundo nuevo y para relacionarse con la vida de más allá de este mundo, una relación que es parte de vuestro destino y vuestra evolución. En este momento la humanidad no está preparada para ninguno de estos dos grandes puntos de inflexión; estos grandes umbrales que requerirán mayor fortaleza, mayor discernimiento y mayor compasión de la gente en todas partes.
Es una llamada tremenda al individuo para que se haga sabio y responsable, capaz y perceptivo. Es un regalo para todos los pueblos y naciones. Es un regalo para este tiempo y los tiempos por venir. Responde a preguntas que las personas ni siquiera han aprendido a preguntar. Aborda problemas de los cuales la gente todavía no es consciente.
Trae consigo la sabiduría del Creador. Se envía a través de la Presencia Angélica, la cual traslada la Voluntad del Creador a palabras, ideas y aplicación.
El Nuevo Mensaje provee sus propias prácticas y su propio comentario, porque la determinación de lo que significa y cómo debería practicarse no puede ser dejado en manos de la gente y los individuos, ni siquiera en manos de eruditos y expertos. El propio Nuevo Mensaje habla de estas cosas y las clarifica, de modo que muy poco es dejado a la especulación y la interpretación humanas. Esto se hace para minimizar el potencial para el error que siempre surge cuando la gente trata con algo de esta magnitud.
Se está poniendo un gran cuidado a la hora de proveer esta enseñanza, su aplicación y su comentario; diciéndola de muchas maneras diferentes, aplicándola a diferentes situaciones, expresándola una y otra vez de manera que su claridad resulte evidente y tenga la menor ambigüedad posible.
Por primera vez, una Nueva Revelación se está dando a un mundo alfabetizado, a un mundo de comunicaciones planetarias, de comercio planetario e incluso, para algunas personas, de conciencia planetaria. Se está dando ahora en gran profundidad y amplitud, de modo que pueda traspasar culturas, temperamentos, nacionalidades y distinciones raciales, y pueda ser accesible y comprensible al individuo, sin que tenga que depender de grandes eruditos o instituciones para determinar lo que significa, lo que dice y cómo la persona debería responder.
El Nuevo Mensaje llama a que emerja el poder mayor del Conocimiento en el individuo —un poder que está más allá del dominio y el alcance del intelecto, un poder que es incomprensible y no obstante es una parte inmediata de tu experiencia.
Para algunos, tratar con esto será algo muy difícil. Estas personas lo miran todo en el mundo como si fuera un recurso para su mente. Pero el Conocimiento es demasiado grande para ser un recurso para tu mente. Las personas que afirman estar siguiendo el Conocimiento estarán siguiendo sus ideas. Quienes afirman que son guiadas por el Conocimiento estarán siendo guiadas por su condicionamiento social o por sus ambiciones. Y así, para ciertas personas esto será muy difícil de comprender, debido a cómo ellas se miran a sí mismas y al mundo.
No todos serán capaces de comprender la gran verdad en este momento, pero si suficientes personas pueden hacerlo ello supondrá una gran promesa para el futuro, la seguridad y la libertad de la humanidad.
El nuevo mundo será más peligroso que el mundo al que estáis acostumbrados. Y la Comunidad Mayor de vida es mucho más compleja y sofisticada.
Tendréis que aprender de ella. Tendréis que aprender sabiduría y Conocimiento de la Comunidad Mayor. Y eso es algo que realmente solo Dios puede enseñaros ahora. Ni siquiera otras razas pueden hacerlo, pues no conocen la mente y el corazón humanos lo suficiente, y no valoran la libertad, exceptuando a unas pocas razas.
Tú naciste en este tiempo. Naciste para este tiempo. Es tu destino estar aquí y aprender de estas cosas. Es tu destino recibir estas palabras. Es tu destino descubrir la Nueva Revelación.
Muchas personas en el mundo no han sido capaces de entregarse a las tradiciones religiosas de la humanidad, porque algo en ellas les ha dicho que esperen. Quizá lo justifican basándose en las limitaciones o las dificultades que existen dentro de ciertas tradiciones. Pero esa no es realmente la cuestión, como verás, pues estas personas están en realidad hechas para otra cosa y ellas han tenido que esperar a la Revelación. No es meramente que su tradición sea inadecuada de alguna manera. La verdad es que ellas están destinadas para otra cosa debido a su naturaleza y su diseño, debido a su propósito y debido a su destino.
Hay un poder mayor que el entendimiento humano, y ese poder trae consigo sus propios desafíos, sus oportunidades y su bendición.
El retorno a Dios no es una empresa intelectual. No vienes a Dios en tus términos. La Realidad y la Creación no se basan en tu entendimiento o en tu evaluación. El Cielo no valora tus ideas, solo tu participación.
El destino no es algo que puedas prescribirte para ti mismo, ni algo que puedas definir y decir, «Este es mi destino porque me gusta la idea».
El destino tiene que ver con de dónde viniste y a dónde iras, por qué estás en el mundo y hacia dónde va el mundo; cosas que están mucho más allá de la consideración y conciencia de la mayoría de las personas.
El destino te conducirá, pues es parte del Conocimiento en ti —la inteligencia mayor que Dios te ha dado para prepararte y protegerte, clarificar tu camino y comprometerte con tu destino.
La personas de la Nueva Revelación son parte de un nuevo umbral de entendimiento para la humanidad a medida que la humanidad entra un nuevo mundo —un mundo de cambio medioambiental; un mundo de inestabilidades políticas y económicas; un mundo de recursos menguantes; un mundo donde el riesgo de competición, conflicto y guerra será muy alto—, un mundo que requiere una mayor cooperación y un sentido de destino compartido con los demás.
Dividida, la humanidad fracasará en la Comunidad Mayor y caerá bajo la persuasión de poderes externos, tal como ha ocurrido incontables veces en la historia del universo. Este es vuestro gran riesgo.
¿Pero quién es consciente de eso? ¿Quién piensa en eso? ¿Quién está preocupado por eso? Lo que la gente piensa, cree y espera es muy diferente de lo que Dios sabe, y esta es la brecha que se debe cruzar. Por eso Dios ha puesto el Conocimiento en ti —para permitirte ganar esta mayor comprensión y para que disciernas una Realidad Mayor.
Dios ha provisto los Pasos al Conocimiento para reinvolucrar tu mente superficial —tu mente social, tu mente mundana— con la mente más profunda del Conocimiento. Aquí es donde realmente te vuelves íntegro. Aquí es donde estableces y experimentas tu integridad.
Esto es lo que te da la fortaleza y el poder del Cielo mientras haces tu viaje aquí en la Tierra. Esto da propósito, sentido y dirección a tu existencia aquí, y llama a ti a ciertos individuos que jugarán un rol significativo en el descubrimiento y la expresión del propósito superior que te ha traído aquí en este momento, bajo estas circunstancias. Ese es tu destino.
No te quejes del mundo. No estés resentido ni hastiado en tu perspectiva, pues este es el mundo al que has venido a servir. Es perfecto para ti. Es por lo que has venido. No lo niegues, o negarás tu propio propósito para estar aquí. No lo condenes, o te condenarás a ti mismo con él. No te disocies de él, o perderás el contacto con tu naturaleza más profunda.
El destino está sobre ti ahora. La gran Llamada está en marcha. El Mensajero está siendo preparado para hablar al mundo. La Nueva Revelación está aquí.
Qué gran bendición supone estar en el mundo en este momento —¡el tiempo de la Revelación!—. Qué gran bendición es para ti aprender de estas cosas. Qué gran bendición es tener un destino, aprender de él y tener la humildad y la sabiduría para aceptarlo.
Las personas tienen dificultad con estas cosas debido al grado en que ellas se asocian con sus creencias, sus quejas y sus ideas de sí mismas, las cuales raramente tienen algo que ver con quiénes ellas son o por qué están en el mundo.
El cambio es duro para las personas, particularmente el cambio en el interior, pero es natural y necesario, o no podrás asumir una vida mayor o un propósito mayor, y no estarás disponible para grandes relaciones y una mayor unión con otros.
Ese es el precio de admisión. Eso es lo que significa que tus oraciones sean respondidas. Pues que tus oraciones sean respondidas significa que una puerta se abre para ti, y debes pasar por ella. Es un viaje que no es de tu propia creación y que no ocurre según tus términos, tus ideas y tus expectativas.
Para que Dios te ayude, debes permitirle que te ayude y te guíe. Y Dios te ayuda y te guía a través del poder y la presencia del Conocimiento.
Pero tú debes conectarte con el Conocimiento, tomar los Pasos al Conocimiento, experimentar su realidad, su potencia, y desarrollar las habilidades de la paciencia y la perseverancia, las cuales te serán necesarias para viajar hacia regiones de la vida y la experiencia que no forman parte de tu entendimiento o tus conceptos actuales.
Dios sabe lo que está viniendo en el horizonte. La cuestión es, ¿pueden las personas responder y prepararse, y pueden recibir la preparación que el Creador de toda vida está enviando al mundo?
La humanidad no puede prepararse a sí misma. No sabe para qué se está preparando. Es completamente ignorante sobre la vida en el universo. No sabe cómo prepararse para esto. No espera ni anticipa tener que adaptarse a un mundo nuevo. Así que se halla bastante desprevenida y es necia, pensando que el futuro será como el pasado, viviendo en el pasado, asociándose con el pasado, incapaz de ver las circunstancias cambiantes del mundo: el paisaje cambiante y el gran cambio que está llegando en el horizonte.
Tenéis muy poco tiempo para prepararte para todas estas cosas, pues están en marcha y no podéis pararlas. No podéis evitar tener que entrar en un mundo nuevo. No podéis detener vuestro surgimiento a una Comunidad Mayor de vida en el universo. La Intervención ya está en marcha en el mundo, por parte de razas astutas que están aquí para aprovecharse de la ignorancia y las expectativas humanas.
No podéis escapar de vuestro destino, y este destino os elevará u os derrotará, dependiendo de cómo os preparéis y de vuestra capacidad para responder; vuestra responsabilidad.
Este es realmente el momento. No tenéis tiempo para languidecer. No tenéis tiempo para esconderos en la ambivalencia. No tenéis tiempo para perderos en vuestros hobbies, vuestros romances o vuestras distracciones.
El mundo está cambiando. Está moviéndose bajo vuestros pies. Está sacudiendo vuestras ciudades. Está despojando a vuestra gente. Está cambiando cómo vais a vivir en el mundo. Está cambiando la climatología, el clima, el paisaje, la capacidad de producir alimentos y los recursos que necesitaréis para mantener la civilización.
Es grave. Es tremendo. Pero los individuos están dormidos, soñando, perdidos, sin responder, obsesionados, ocupados, distraídos, creyendo en lo que les dicen unos líderes que saben poco más que ellos sobre lo que está llegando en el horizonte.
Pero las personas no pueden ser totalmente necias, porque el Conocimiento vive en ellas y está enviándoles señales de alarma. Por eso la gente está sintiendo aprensión. Por eso la gente se está sintiendo insegura acerca de la estabilidad y el futuro de la humanidad. Por eso la gente está inquieta.
Es esta inquietud lo que te indica que a cierto nivel más profundo estáis respondiendo a las Grandes Olas de cambio que están viniendo al mundo, así como al cambio de la posición de la humanidad en el universo. Esa es una señal de gran cambio. No lo entiendes. No puedes definirlo. Pero estás aquí para aprender a tratar con ello, porque ese es tu destino.
Desde un punto de vista más amplio, desde el punto de vista de la Creación, el destino lo es todo. Pero no es un destino que tú hayas creado. Es el destino que Dios te ha dado. Es la razón por la que estás aquí. Es la razón por la que tu personalidad ha recibido la forma que tiene. Esta es perfecta para tu verdadera llamada en la vida, una vocación que probablemente no has encontrado todavía.
Eso es el destino. Está más allá del dominio del intelecto. Más allá del dominio de la filosofía, la teología y la ideología, más allá de la preferencia, más allá del miedo, más allá de la confusión, más allá de la certidumbre humana —la pretensión de certidumbre humana—, más allá de las creencias religiosas, más allá de las posiciones políticas y más allá de la teoría económica, está el destino.
Tu mente no va a comprender, pero en un nivel más profundo empezarás a responder, porque a un nivel más profundo estás conectado con el destino.
Estás destinado a conocer a ciertas personas si lográis acudir a vuestra cita, si no os perdéis en el camino hacia vuestro mayor compromiso mutuo.
Es el destino que tengas que encarar el nuevo mundo y las realidades de la Comunidad Mayor que Dios te revelará mediante la Nueva Revelación.
Es el destino que tú estés escuchando estas palabras. Es el destino quien ha traído a ti el Nuevo Mensaje y quien te ha llevado al Nuevo Mensaje.
Con el tiempo entenderás muchas de estas cosas. Pero por el momento, es cuestión de poner una mayor fe en que el poder del Conocimiento vive dentro de ti, que es puro y que es la creación de Dios.
Es la humildad y el discernimiento que traes lo que te permitirá distinguir la diferencia entre el Conocimiento y tus propias creencias, miedos y ambiciones, así como las creencias, miedos y ambiciones de otros.
Es aquí donde te vuelves habilidoso. Es aquí donde te vuelves discerniente. Es aquí donde dejas de ser como un niño que ha de ser guiado y conducido, sin que sepas nada, pues eso no será apropiado en el nuevo mundo.
La humanidad debe madurar. Sus ciudadanos deben volverse conscientes y alertas, preparados y fortalecidos. Permite que los niños sean niños, pero como adulto debes ganar esta mayor perspectiva y asumir mayores responsabilidades.
Estos no son los tiempos antiguos. No se os pide que seáis como corderos. Se os pide estar a la altura de las circunstancias, que toméis los Pasos al Conocimiento y que permitáis que el Conocimiento reforme vuestras vidas y os revele vuestro mayor destino.
Esta es la Voluntad del Cielo, y ahora esta debe ser la intención de la humanidad.